En este blog se permite fumar, aunque recomiendo no hacerlo en agradecimiento a una excelente homeópata a la que debo mucho. Se prohibirá terminantemente el día en que desaparezcan las armas atómicas, las centrales nucleares y sus residuos, la contaminación, la desertización y la pederastia. ¡Ah!, se me olvidaba, también se pueden dejar comentarios.

jueves, 10 de diciembre de 2009

De aquí y de allá


Estoy bien seguro de que esto es escribir por escribir, y de que no va a tener repercusión alguna en la marcha de la Humanidad, ni falta que hace. Al fin, si cada pueblo tiene el Gobierno que merece, cada civilización también desaparece de acuerdo con sus merecimientos. Repasad la Historia desde que empezó a escribirse, y veréis.
Por de pronto, el presidente Obama ha aceptado el Premio Nobel de la Paz mientras se dispone a enviar 30.000 soldados a Afganistán, además de solicitar la ayuda de sus aliados -entre ellos España- para conseguir otros 10.000 más, si fuera posible. Yo estoy seguro de que los talibanes son malísimos, pero no lo estoy de que el resto de los habitantes del planeta seamos mejores. Aquí hay gato encerrado, y volvemos a remontarnos a través de la Historia para comprobar que los grandes imperios siempre se construyeron esquilmando a los pequeños. Y el resultado ha sido lo que ahora tenemos, que, la verdad, no me parece gran cosa. La filosofía de los que ocupan la cima de la pirámide sigue siendo la misma desde el principio de los tiempos: ande yo caliente y que se jodan los de abajo. Lo único que puede modificar el estado actual de nuestra "brillante" Sociedad, es que los de arriba se den cuenta de que tienen que compartir abundantemente con los de abajo. Mientras el señor Obama se reúne en una cena de gala con 250 invitados -entre ellos los reyes de Suecia-, después de recibir el Nobel de la Paz, millones de personas mueren de hambre. Y ahí está la semilla del terrorismo. Experimento: seleccionemos 100 terroristas convictos y confesos; démosles un chalet con piscina, un buen coche y una cuenta corriente con, por ejemplo, un millón de euros, y veamos cuántos de ellos reinciden en los próximos diez años. O, mejor aún: concédase a los palestinos un estado soberano y una economía autosuficiente, y observemos si dentro de unos años queda algún guerrillero de Al Fatah en activo.
Mientras el planeta Tierra sigue su camino inexorable -por lo que parece- hacia la desertificación y la, en consecuencia, predecible desaparición de la raza humana, los principales emisores de CO2, o sea, Estados Unidos, China e India, se muestran reacios a aceptar acuerdos que comprometan su "status" económico y su futuro desarrollo. Y el resto de los países no les va a la zaga, claro... Pero, ¿qué futuro desarrollo? O arreglamos nuestra casa, nuestro planeta, nuestro mundo, o nos vamos todos a tomar por el santo culo, igual que se fueron los dinosaurios. Eso sí, que nadie diga que vamos a destruir el mundo: esta pequeña esfera de 40.000 kilómetros de circunferencia seguirá flotando en el espacio, pero en vez de tener color azul será roja, y nosotros habremos sido sustituidos por los camellos y las hormigas. Yo no sé cómo los de arriba no se dan cuenta de eso. Además, ellos serán los más perjudicados, porque perderán sus lujosas mansiones, sus boscosas fincas, sus plantaciones y sus piscinas olímpicas, mientras que yo sólo me quedaré sin geranios. Por supuesto, finalmente todos perderemos hasta el pellejo. Por eso no tiene sentido proseguir el "desarrollo" y la "economía de mercado" en la misma dirección que hemos llevado hasta ahora. Aunque les vaya (temporalmente) bien a los de siempre.
Por ejemplo, a la Banca española, que hasta Septiembre ha visto reducidos sus beneficios de este año en un 10,7 %, logrando "únicamente" una ganancia de 12.700 millones de euros. Yo, ciertamente, he olvidado cuándo fue la última vez que se incrementó mi decrépito sueldo. Menos mal que a principios de año nos subirán las tarifas eléctricas algo más de un 3%, "muy por debajo, aún, de los costes de producción reales".
Pero, al fin, ¿qué mas da?
Cuando la Tierra sea una bola rojiza girando en torno al Sol, ya no tendremos que preocuparnos de Wall Street, de la crisis ni de la miseria en el tercer mundo. Además, en cien años todos calvos (y algunos, antes) Así nos va como nos va. ¡Mierda!

4 comentarios:

  1. Una excelente entrada, muy elocuente y esclarecedora, solo quisiera agregar, ya que lo tocaste, la verguenza que representa para el resto que lo ha recibido , que un señor lobo con piel de cordero se le otorgue un nobel de la paz (las minusculas son por el desprestigio del premio)a titulo de que ???? por Dios !!!

    Luego para darle aún más enfasis a tu posteo, diré que en el mundo la única ley válida, es la ley del gallinero : " el de arriba caga al de abajo"

    Un abrazote, compa

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  2. Muy buena esa "Ley del gallinero", y absolutamente aplicable a todos los tiempos y lugares. Abrazos.

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  3. Pues sí, conozco esa ley de que habla Gus y lo peor es que ya no hay detergentes que quiten lo "bailao" no por nada, si no porque no deja de caer lo del de arriba. Y hay quien comenta y sufre porque a unos le rompen la cara...

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  4. No te metas con el pobre Berlusconi, María del Carmen. Un abrazo.

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