En este blog se permite fumar, aunque recomiendo no hacerlo en agradecimiento a una excelente homeópata a la que debo mucho. Se prohibirá terminantemente el día en que desaparezcan las armas atómicas, las centrales nucleares y sus residuos, la contaminación, la desertización y la pederastia. ¡Ah!, se me olvidaba, también se pueden dejar comentarios.

lunes, 25 de enero de 2010

Aquí y allá

AQUÍ Y ALLÁ

Aquí suplica un cuerpo ensangrentado

sumergido en lágrimas de horror:

por hombres sin conciencia fue ultrajado

y mancillado por hombres sin honor.

Allí la ciega Muerte ha desmembrado

al infeliz que paseó tranquilo

el familiar sendero, ahora minado

por viles intereses con sigilo.

Más lejos, sobre el suelo embaldosado

de una céntrica y pública avenida,

un hombre que agoniza desnucado

por odiosos disparos fratricidas.

Aquí juegan felices niños sanos

en llantos y alegrías atendidos,

mientras allí fenecen sus hermanos

sin casa, sin comida y desvalidos.

Aquí brotan jardines muy cuidados

ornados de azaleas primorosas,

de setos rectilíneos bien podados,

de jacintos, de nardos y de rosas,

mientras allí se agostan los sembrados,

son talados los bosques sin conciencia

y, en nombre del progreso desalmado,

se esquilma con odiosa displicencia.

Aquí viven en paz los animales

detrás de los barrotes ilógicos

de recintos carcelarios anormales

denominados parques zoológicos.

Allí la hermosa fauna es masacrada

por gentes del comercio y deportistas:

convertida la Ley en mascarada

innúmeras especies son extintas.

Aquí se habla de amor en cualquier lado

—sobre todo, los fines de semana—

empleando ese concepto equivocado

por joder dos o más en una cama.

Allí, donde no queda ni esperanza,

el verdadero AMOR generaría

poderosos torrentes de confianza

y ríos infinitos de alegría.

Aquí la sociedad crea su mundo

con drogas de diseño e irrealidades

fantásticas de sueños infecundos,

que se convertirán en prioridades.

Allí todo es real y convincente,

luchando por la vida día a día

en sola compañía de la Muerte

contra el hambre y la sed en cruel porfía.

No os fijéis, por Dios os lo suplico,

en la infame factura de mis versos:

comprended el mensaje que os explico

unido en cuerpo y alma al Universo.

Para algo conseguir hay que hacer algo.

Nada podrá cambiar aquí o allá

si seguimos corriendo como galgos

tras las liebres del vicio y la maldad.

La estirpe de Caín ha retornado

imponiendo su ley sobre el planeta

y el crimen más brutal queda enterrado

debajo de millones de pesetas.

Soy otra voz clamando en el desierto

viciado y extenuado de este mundo,

indefenso, a pecho descubierto,

sin más autoridad que un vagabundo,

pero confiado en que mi voz despierte

—como un rugir de viento huracanado—

el alma adormecida de las gentes

al porvenir de un tiempo renovado.

Un cambio positivo de actitud

en el comportamiento personal

contribuiría a generar quietud,

amor y bienestar aquí y allá.

No puede ser meliflua la poesía,

cantando al mar azul o a las estrellas,

cuando el Hombre enloquece en una orgía

de corrupción, de olvidos y quimeras.

Queda plasmado un discurso en lo anterior

que ni aplauso tendrá ni buen recibo

mas, transcrita la voz de mi interior,

de todo corazón yo lo suscribo.

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