En este blog se permite fumar, aunque recomiendo no hacerlo en agradecimiento a una excelente homeópata a la que debo mucho. Se prohibirá terminantemente el día en que desaparezcan las armas atómicas, las centrales nucleares y sus residuos, la contaminación, la desertización y la pederastia. ¡Ah!, se me olvidaba, también se pueden dejar comentarios.

jueves, 4 de febrero de 2010

¿Qué crisis?

A los de la parte superior de la pirámide, eso de la crisis económica tiene que sonarles como a mí lo de "tres bajo par", o sea, extraño y lejano, muy lejano, porque no la sienten ni padecen. ¡Hombre!, está bien que algunos -aunque sean pocos- no sufran, porque, además, quizá la vida no les haya preparado para estas cosas, y ante una desgracia como, por ejemplo, tener que mendigar en la vía pública, podrían sufrir en demasía y desmoronarse, lo que tampoco sería deseable porque nos llenarían las calles de mocos y lágrimas. ¡Si lloran hasta cuando han ganado un 20% menos que el año anterior...! Bueno, pero podemos estar tranquilos, porque aquí y en toda tierra de garbanzos seguirán pasándolas putas los de siempre, y en este grupo no se incluyen los accionistas del Grupo Santander. Estos queridos señores han ganado 8.943 millones de euros en el ejercicio 2009, lo que no está nada mal para un país con 4 millones de personas en busca de empleo. Es casi la mitad de lo que gano yo en cinco años.
La crisis económica tiene la misma explicación científica que las hambrunas que asolan el planeta: unos pocos se quedan con lo que pertenece a todos. ¿Cuando cambiará el sistema? Pues no lo sé, porque así lleva funcionando desde que el Hombre es Hombre, y además se autoregenera, como los brazos de las estrellas de mar. Los líderes mundiales dijeron, al comenzar esta situación de locos, que iban a tomar medidas para un cambio drástico, pero lo único que ha cambiado es la cifra de desempleados, que ha ido (y sigue yendo) hacia arriba. Pero, al menos, gracias a Dios, no afecta a los Bancos. Y aunque llegara a rozarles, el Estado ha dispuesto suficientes "tiritas" para restañar y curar sus heridas monetarias si fuera necesario, lo que, incomprensiblemente, no hace con los ciudadanos de a pie, que sólo necesitan unos cientos de euros para afrontar sus gastos mensuales. ¿Por qué? ¡Vaya usted a saber...!
Una cosa está clara: de mayor no quiero ser futbolista, ni torero, ni jefe de estación, ni funcionario...
¡Quiero ser banquero, mamá!

2 comentarios:

  1. Yo creo que si que sufren, porque les da como grima eso de que en su camino al club de golf se le lancen al parabrisas de la limusina 14 mendigos para limpiarlo, hace un año solo eran 12, donde estará la policía para quitarlos a palos?? uy si, están en la cola del paro, por que con la caida de presupuestos hubo que echar a la calle a muchos policías... mejor se comprarán un helicóptero para no tener que sufrir el ver tanta gente en las colas del inem.

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  2. Sí, es que hablamos de personas supersensibles. Bueno, un poco como todos, cada uno a su nivel.

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