En este blog se permite fumar, aunque recomiendo no hacerlo en agradecimiento a una excelente homeópata a la que debo mucho. Se prohibirá terminantemente el día en que desaparezcan las armas atómicas, las centrales nucleares y sus residuos, la contaminación, la desertización y la pederastia. ¡Ah!, se me olvidaba, también se pueden dejar comentarios.

viernes, 19 de marzo de 2010

Meteorología turística

El noble arte (porque no sé hasta que punto es ciencia en algunos casos) de la predicción meteorológica se está convirtiendo en una profesión bastante arriesgada, sobre todo en los últimos años y en este país llamado España.
Imagino que para un meteorólogo de Helsinki la cosa es fácil: "Mañana el cielo estará completamente cubierto, y se producirán precipitaciones moderadas, con intervalos de cierta intensidad. Las temperaturas máximas no superarán los 3º. Esta situación se repetirá a lo largo de toda la semana, con pequeñas variaciones." No pasa nada porque las cosas son como son, y todo el mundo sabe que el clima hace lo que quiere, y por eso nos hemos dotado de paraguas, bufandas, pasamontañas, bermudas, camisetas y bañadores, que utilizamos en función de las necesidades ambientales, y ya está. Pero, ¡ay!, amigos, el problema surge cuando la predicción afecta a los intereses turísticos, especialmente en puentes festivos y en las vacaciones de Semana Santa y Navidad. Los hosteleros nacionales esperan tales fechas como agua de Mayo; sus cajas registradoras calientan teclas y abren sus hambrientas fauces, a la espera del inminente torrente de pasta gansa que derramarán generosamente los viajeros... si hace buen tiempo, ¡ojo! ¿Qué meteorólogo tendrá valor, por ejemplo, para anunciar lluvias intensas y bajas temperaturas en las fallas de Valencia, o durante la Semana Santa en Sevilla, la costa mediterránea, Baleares o Canarias? Dependiendo de lo que se anuncie, la oleada turística cambiará de rumbo como el cardumen ante el ataque del tiburón, y los que esperaban hacer un buen negocio se quedarán con las manos en los bolsillos vacíos.
Así que me temo que los predictores climáticos (valga la expresión) hacen florituras en estas fechas señaladas, tratando de satisfacer a todos (lo cual, claro, no es posible)
Hace unos cuantos años, una amiga mía decidió pasar las vacaciones de Semana Santa en Benidorm. Por supuesto, consultó la información del tiempo, que resultó ser bastante positiva, pues anunciaba nubes y claros con alguna precipitación aislada, y temperaturas normales "para esta época del año". Pues cayó más agua que cuando enterraron a la Bigotes. Se pasó en el hotel prácticamente toda la semana. Quince días después de volver a Vitoria todavía seguía jurando en arameo.
De cara al largo puente de san José, aquí en España, con los correspondientes y masivos desplazamientos que comenzaron ayer tarde, escuché esta información en una emisora nacional: "El tiempo será primaveral; habrá sol, nubosidad y chubascos".
¡Así acierta mi abuela, no te fastidia...!
Es lo malo de hacer una predicción que guste a todos; en especial a todos los que tienen sus intereses económicos pendientes de ella, claro.

2 comentarios:

  1. LA cosa es que acierten, que por lo general no le atinan ni a una vaca rumiando

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  2. No, si el problema es que tergiversan la predicción en fechas determinadas, para que los turistas no se arredren.

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