En este blog se permite fumar, aunque recomiendo no hacerlo en agradecimiento a una excelente homeópata a la que debo mucho. Se prohibirá terminantemente el día en que desaparezcan las armas atómicas, las centrales nucleares y sus residuos, la contaminación, la desertización y la pederastia. ¡Ah!, se me olvidaba, también se pueden dejar comentarios.

domingo, 30 de mayo de 2010

El rey y la sanidad española.

Quede expresada inequívocamente desde el principio mi neutralidad en el debate monarquía-república. Quiero decir que, una vez que el circo está montado sobre la base de una monarquía democrática, me parece un dispendio realizar las acciones necesarias (con sus costos correspondientes) para volver a la República. Ahora bien, si la gente lo demanda (la gente, no 18 tíos) hágase la República, y aquí no ha pasado nada.
Dicho esto, quede también claro que don Juan Carlos siempre me ha caído bastante bien, y no porque yo sea monárquico (que no sé ni qué es eso), sino porque se ha comportado como un ser humano bastante normal, salvando las distancias.
Cuenta la leyenda que un tipo se quedó sin gasolina (de esto hace ya muchos años) en plena carretera, y, cuando más desesperado estaba, vio llegar a un motorista en una moto de trial. El de la moto, cubierto con el casco correspondiente, se detuvo junto al automovilista, y se interesó por su problema; le invitó a subir a la moto, le condujo hasta una gasolinera, volvieron hasta el coche con la lata de combustible, y, al despedirse, el de la moto se quitó el casco y era el rey. No puedo garantizar que la historia sea cierta, pero en su día dio la vuelta a España, y era de dominio público que su majestad salía a veces de la Zarzuela sin previo aviso, y el servicio de seguridad se volvía loco. Lo que sí es cierto es que una vez intentó atravesar unas puertas de cristal, bien limpias pero cerradas, y se reventó la nariz contra el vidrio, y que dando la mano al pueblo llano, en Sevilla, le robaron el "Rolex" (creo que era de acero inoxidable)
Todo lo anterior viene a cuento de que el rey de España, como queda dicho, es un tipo bastante humano.
El pasado 8 de Mayo, don Juan Carlos se sometió a una operación quirúrgica en el Hospital Clínico de Barcelona, a lo largo de la cual los especialistas le extirparon un nódulo pulmonar que resultó ser (como otros muchos) de carácter benigno.
Hasta aquí, todo normal.
Ahora bien, cuando tres días después el rey abandona el hospital, escoltado por los doctores Bruguada y Molins, hace unas declaraciones en las que se incluye este elogio a la sanidad pública española: "Debemos estar orgullosos de la sanidad pública que tenemos, tanto en Catalunya como en Madrid".
¡Hombre, majestad, tiene usted cada cosa...!
En primer lugar, y con todos mis respetos, usted no tiene ni puta idea de cómo es realmente la atención en la sanidad española, con sus largas y monótonas horas esperando en "Urgencias", con sus interminables listas de espera, con sus habitaciones dobles y sus comidas no demasiado apetitosas, y con algunos profesionales sin vocación que actúan como si trabajaran en un taller mecánico. Aunque reconozco que, en líneas generales, la sanidad pública española es aceptable por tres razones fundamentales:
- Da trabajo a mucha gente que, de otro modo, estaría en el paro.
- Atiende con bastante eficacia (dentro de unos parámetros razonables)
- Nadie se muere hasta que Dios no quiere.
Yo no estoy orgulloso de la sanidad pública; yo pago, como la mayoría de mis compatriotas, para mantenerla, igual que pago para mantener mi coche, mi casa y el Estado. Orgullosos debieran estar quienes trabajan ahí, sobre todo si fueran capaces de duplicar el número de asistencias y reducir un 50% los gastos. Imagino que usted, majestad, pletórico después de recibir las buenas noticias del equipo médico, ha expresado su inmensa satisfacción con unas palabras cariñosas y llenas de agradecimiento, sin darse cuenta de que su caso es muy particular:
a) Es usted el rey. Si no le atienden perfectamente podrían ser fusilados al amanecer.
b) Es usted el rey. Ignoro cuántos especialistas le habrán tratado, pero así, a ojo, no menos de una docena.
c) Es usted el rey. Ha ocupado una habitación privada, en una planta privada, con vigilancia privada y circuito de seguridad privado. (¡Ah!, y menú privado; lo olvidaba...)
d) Es usted el rey. Ni siquiera ha estado ingresado en instalaciones de la sanidad pública, sino en una clínica particular, dentro del Hospital Clínico, denominada Barnaclinic, que suele atender entre otras personalidades a las famosas (y multimillonarias) hermanas Koplowitz.
Me alegro mucho de que se encuentre recuperado, majestad, pero aún le queda un largo camino para ser un "hombre del pueblo".
Se lo digo yo, que de eso entiendo un rato.
Y que conste que no pierdo la esperanza de compartir habitación con usted en alguno de mis achaques.
¡Seré idiota...!


Son las 09,18 del 4 de Junio. Acabo de ver en las noticias del día que la factura a la Casa Real, por la estancia del rey y su séquito en el Hospital Clínico de Cataluña, asciende a 25.000 euros, y no incluye la operación quirúrgica, que va por cuenta de la Seguridad Social. ¡Ay, ay, ay, majestad...!

martes, 25 de mayo de 2010

Letanías

L E T A N I A S

Del que canta el crimen fratricida

y desprecia el amor a sus hermanos

disfrutando de fama inmerecida...

¡libéranos, Señor!

Del tristorro llorón impenitente,

solazado mostrando sus desgracias

en busca del aplauso de la gente...

¡libéranos, Señor!

De los que navegando por lo oscuro

incapaces parecen de encender

un humilde candil o un buen carburo...

¡libéranos, Señor!

Del loco que, por cierto, está muy sano

y del cuerdo que simula orate ser

por golpearnos impune con su mano...

¡libéranos, Señor!

De los hombres que gozan del lamento

y pretenden anular nuestra razón

abusando de falsos juramentos...

¡libéranos, Señor!

De los que dicen vivir en las cloacas

disfrutando la inmunda podredumbre,

amantes de escorpiones y de ratas...

¡libéranos, Señor!

Del cantor de entrepiernas y de senos;

de penes prominentes y pezones;

de escaladas por el monte de Venus...

¡libéranos, Señor!

Del cegato con gafas de madera

que perdió la audición, pero no emplea

audífono adecuado a su sordera...

¡libéranos, Señor!

De los que justifican el alcohol

en la infame presión de la injusticia

y juegan con sus cartas de farol...

¡libéranos, Señor!

De aquél que se aprovecha del momento

—so pretexto de ser un elegido—

y defeca en las tumbas de los muertos...

¡libéranos, Señor!

Del que ensalza a la pobre prostituta,

buscando sabe Dios qué recompensa,

y jura que su madre es una puta...

¡libéranos, Señor!

Del que tiene una vulva por cerebro,

un pene como consejero y guía

y un odio visceral hacia los negros...

¡libéranos, Señor!

De piltrafas que dicen ser poetas

y de poetas que fingen ser piltrafas

para lograr mayor gloria y más pesetas...

¡libéranos, Señor!

Del profeta y maestro iluminado

y del dócil esclavo de la Ciencia,

incapaces de ver el otro lado...

¡libéranos, Señor!

De aquéllos que utilizan por bandera

sus propios excrementos condensados

en versos deprimentes y quimeras...

¡libéranos, Señor!

De tipos como yo, tan embobados,

que a la hora de elegir entre besar

o abofetear, aún no lo tienen claro...

¡libéranos, Señor!

¡Libéranos, Señor, de la tristeza;

de la duda; del odio, de los vicios;

de nuestra oposición al sacrificio;

de la falta de amor; de la vileza!

¡Libéranos rompiendo las cadenas

que nosotros, soberbios, nos forjamos

en acciones malditas cada día

con premeditación y alevosía,

y que ahora nos mantienen atrapados

en el pozo insondable de las penas!

miércoles, 19 de mayo de 2010

Cuidado con las preguntas de vuestros nietos

El pequeño nieto estaba pasando unos días con su abuela.

Llevaba un rato jugando fuera con otros niños cuando entró en la casa y le preguntó:

- ¡Abuela!, ¿cómo se llama cuando dos personas duermen en el mismo cuarto y una de ellas está encima de la otra?

La abuela se quedó un poco sorprendida, pero decidió decirle la verdad.

- A éso se le llama tener relaciones sexuales, cariño...

El pequeño dijo:

- ¡Ah..! - y salió para charlar y jugar con los otros niños.

Al otro, cuando volvió de la escuela, dijo MUY enojado:

- Abuela, no se llaman relaciones sexuales; se llaman LITERAS, ¡y la
maestra quiere hablar contigo...!


(Agradezco el envío de este chiste a mi amiga Adela Palomino, de Gijón)

El incidente (Relato)

Presenté este relato y el siguiente (el que aparece debajo, con el título "Bendita Afrodita") en un certamen de relato breve convocado por el Museo Arqueológico y Etnológico de Córdoba. El premio se falló ayer tarde, y observo horrorizado que ni siquiera he conseguido llegar a finalista. Una de dos: los demás participantes eran muy buenos, o yo soy muy malo (lo que viene a ser igual, ¡je!, ¡je!) De cualquier forma, la gran ventaja de tener un blog es que puedo publicarlos a mi gusto, como así hago. Lo único que me falta es vuestra opinión, cuanto más sincera e imparcial mejor.
A ver si puedo averiguar de una jodida vez por qué escribo tan mal...


EL INCIDENTE

El comisario Apodaca se rascó el cogote mientras leía el documento que reposaba sobre su saturada mesa de trabajo. Luego dio un bufido, alzó la vista y preguntó con voz de trueno:

— Pero, ¿qué demonios es esto…?

El inspector Luis Quintana, sentado frente a él al otro lado del escritorio, sabedor del carácter que su jefe exhibía en circunstancias parecidas, apenas abrió los labios para musitar:

— El incidente de ayer, señor comisario; tal como sucedió.

Apodaca le contempló de hito en hito, luego desplazó ligeramente el papel hacia el centro de la mesa, y dijo:

— Voy a leerte el informe que has redactado, Quintana. No me interrumpas. Después me dirás si ratificas lo escrito o quieres cambiar algo antes de cursarlo: En Córdoba, a tantos de tantos, etcétera. Siendo las dos y cuarenta y cinco minutos de la madrugada, se recibe en esta comisaría, sita en la calle Doctor Fleming, número dos, un aviso del Servicio de Emergencias comunicando un posible intento de robo en el Museo Arqueológico y Etnológico, ubicado en el Palacio de los Páez de Castillejo, en la plaza de Jerónimo Páez. Puesto en marcha el correspondiente dispositivo, se desplazan hasta el lugar de los hechos un coche “K”, ocupado por un inspector y un subinspector, y dos unidades “Z”, llegando a la puerta del museo a las dos y cincuenta y ocho minutos. El servicio de vigilancia del museo informa al inspector abajo firmante de haber percibido ruidos sospechosos en diferentes zonas del palacio, tanto en la planta baja como en la superior, por lo que se procede de inmediato a un despliegue de la fuerza para realizar la correspondiente inspección ocular, que se desarrolla sin incidentes hasta las tres y siete minutos, hora en que este inspector, situado en la planta baja del inmueble, en la zona correspondiente a las salas tres, cuatro y cinco, es sorprendido por un hecho por completo fuera de lo normal y ajeno a cualquier explicación lógica, cual es que al proyectar la luz de su linterna sobre la escultura denominada “Mithras Tauróctono”, las figuras del grupo escultórico cobran vida y se lanzan en tromba contra el abajo firmante, que apenas puede evitar la embestida del enorme toro, que sangra por el cuello mugiendo terroríficamente, mientras la serpiente y el alacrán avanzan directos hacia él, el perro ataca ladrando con indescriptible ferocidad, y el propio dios Mithras grita algo así como “¡Vete a tomar por el culo, imbécil, y déjanos dormir en paz”! En tales circunstancias, este inspector no tiene más remedio que utilizar su arma reglamentaria, vaciando el cargador sobre los agresores, que, de manera no menos sorprendente, recobran su apariencia habitual cuando comparece el resto de la fuerza, encendiendo las luces de las salas mencionadas. Y para que así conste, firmo este informe en etcétera, etcétera… Y te cargaste un par de expositores valorados en tres mil quinientos euros…

— Pues fue lo que pasó, jefe; ¿qué quiere que le diga?

— ¿Quién era el subinspector que te acompañaba?

— Fernández.

El comisario vociferó por el intercomunicador:

— ¡Que venga Fernández a mi despacho! —Diez segundos después, el larguirucho y jovenzuelo subinspector estaba ante ellos, más rígido e inmóvil que la momia de Tutankamon—. A ver, Fernández, ¿que sucedió cuando llegaron al museo? ¿Habían bebido? Tiene que haber una explicación para toda esta locura.

— El inspector Quintana me pidió un cigarrillo —balbució el joven—, y puede que ahí esté la clave de la cuestión, señor comisario.

— ¿Por qué? ¿Qué puede importar un cigarrillo en este asunto?

— Por cierto, que me sentó la mar de bien —apostilló el inspector—; a la tercera calada me relajé completamente. Nunca he experimentado tal sensación de bienestar.

— Muéstreme su cajetilla de tabaco, Fernández —ordenó el comisario.

El subinspector se ruborizó hasta las pestañas; con mano trémula sacó de su bolsillo dos paquetes iguales en apariencia y los depositó sobre la mesa. Apodaca los abrió, comprobando al momento la notable diferencia de factura entre ambas labores; olfateó uno de los cigarrillos, y exclamó:

— ¡La madre que parió a Gedeón; pero si esto es un canuto como la copa de un pino…! ¡No me extraña que vieras visiones… ¡ ¡Dese por follado, Fernández!

— Le aseguro que fue sin querer, señor comisario. Es que, en plena oscuridad y con la tensión del momento, me equivoqué de paquete.

El inspector Quintana intentó atraparle, con la nefasta intención de estrangularle allí mismo, pero Fernández ya era tan sólo una silueta en la distancia.

Bendita Afrodita (Relato)

BENDITA AFRODITA

En justicia, no podría decirse que Ernesto fuera un pervertido o un libidinoso practicante de sofisticadas y socialmente inaceptables conductas sexuales. Era un hombre normal. Defina usted “normal”. Ya empezamos… Quiero significar que no se le conocían escándalos personales o familiares; que era eficiente y leal en su puesto de trabajo (ingeniero de mantenimiento de sistemas), y que cumplía con sus deberes de padre honesto y amante esposo. Sí, pero ha empezado por mencionar la cuestión sexual. Deduzco que ahí está el meollo de esta historia. Supongo que enseguida nos saldrá con que Ernesto se vestía con las bragas y los sostenes de su mujer, y se exhibía ante el espejo pavoneándose como una corista en día de estreno. ¡Joder!, ahora empiezo a comprender los problemas del mundo. No he profundizado media página, y usted ya está extrayendo conclusiones; sin ningún fundamento, por otra parte. Aunque debo admitir que su precipitada deducción contiene un punto de realidad. Lo sabía. Al final, el amigo Ernesto resultará un sinvergüenza de agárrate y no te menees. ¿Sería posible que me dejara continuar sin más interrupciones? ¡Perfecto! Y del derecho a la libertad de expresión, ¿qué? Estoy dispuesto a debatir sobre lo divino y lo humano, pero este relato es mío y yo sí que reclamo mi derecho a poder crearlo en paz y tranquilidad. ¿No se da cuenta de que resulta imposible escribir cuando alguien o algo se convierte -cual es su caso- en nuestra particular mosca cojonera? Cuidado con lo que dice, que ésas son palabras mayores... ¡Magnífico! Ahora se siente ofendido y se indigna, cuando debería haberle roto la cara en la octava frase. Qué bien hizo Saramago retirándose a Lanzarote; allí nadie le molesta. Oiga, pues no es mal sitio. Un poco ventoso, quizá, pero muy agradable. Si decide establecerse en la isla, cuente conmigo. Antes tendrían que concederme el Nobel, y a este paso lo veo muy improbable… ¿Prosigo? Prosiga, pero me reservo el derecho a comentar. Haga usted lo que quiera… El caso es que Eduardo estaba obsesionado con la diosa Afrodita, la Venus romana, desde su más tierna juventud. No sabía por qué. Puede que las lecciones de su profesor de Historia del Arte y de la Cultura le hubieran pillado en un momento tonto, pero la divina y grácil hermosura de la deidad, reflejada en miles de pinturas, grabados, mosaicos y esculturas a lo largo del tiempo, ocupaba un lugar preferencial en su mente. ¿Era un adorador de Afrodita? No. ¿Un admirador? Sí. Su esposa estaba al corriente de tan peculiar afición, y aunque no la compartía tampoco la consideraba censurable ni preocupante. Así que Ernesto guardaba reproducciones de pinturas y esculturas de la diosa, cuyos originales procedían de artistas como Praxíteles, Botticelli, Apeles o Herbert Draper, por citar algunos, y había visitado museos en Londres, París, Roma, Berlín y Madrid, siempre en busca de imágenes de su idolatrada.

Mientras se abotonaba la chaquetilla del pijama, contempló el billete del AVE Madrid-Sevilla que descansaba sobre la mesita de noche: “Tren A9628-Coche 0006-Plaza 14 A” Sonrió complacido: iba a aprovechar este viaje de trabajo para visitar, por fin, el Museo Arqueológico y Etnológico de Córdoba, ubicado en el hermoso Palacio de los Páez de Castillejo, en pleno casco histórico cordobés, y admiraría durante horas la sin par belleza de “Afrodita agachada”, una escultura datada entre 138 y 192 de nuestra era. Se introdujo entre las sábanas, junto a su esposa, y con la misma sonrisa en los labios cayó en un profundo sueño. No supo qué hora era, pero en medio de la noche sin tiempo amaneció en el dormitorio conyugal, y desde el centro luminoso una hermosa y desnuda mujer le dijo: “Soy Afrodita, la que tú amas. Espero tu visita, Eduardo, pero no subas mañana a ese tren”. Saltó sobre la cama como si le hubiera mordido una cobra, y sus desorbitados ojos sólo percibieron oscuridad. Nervioso y preocupado despertó a su mujer, y le relato punto por punto su breve sueño. Tomaron la decisión en un segundo (no hay que despreciar los avisos de los dioses): Eduardo se quedaría en casa. Y así se hizo.

Dos días más tarde, los titulares de los diarios mostraban la siguiente información: “ACCIDENTE CÓSMICO EN EL AVE: AYER UN METEORITO DESTROZÓ EL ASIENTO 14A DEL COCHE 006, SIN QUE SE PRODUJERAN VÍCTIMAS”

¿Llama usted relato a esta bazofia?

¡Váyase a la mierda…!

sábado, 15 de mayo de 2010

La voladura de las Torres Gemelas (11-S)





















Aquel día mi mujer me llamó por teléfono y me dijo: "¡Un avión se ha estrellado contra una de las Torres Gemelas de Nueva York!" Pero al cabo de unos minutos volvió a telefonearme, para decirme que otro avión había colisionado contra la segunda torre. Entonces le respondí que aquello era un acto terrorista.
Cuando llegué a casa, pude ver en imágenes lo que ella me había contado por teléfono, y lo primero que le comenté fue: "Un avión que choca contra los pisos superiores de un rascacielos no puede derribarlo, y menos en completa vertical, porque la construcción está diseñada para soportar impactos, huracanes y terremotos, al menos de un cierto nivel considerado como "normal". Eso tiene toda las trazas de una voladura controlada."
Como ya he repetido hasta la saciedad, no soy un científico pero tampoco soy imbécil. Estamos llegando a una situación tal en esta jodida sociedad, que si no eres licenciado en seis Facultades, y no posees veintiocho másters y tres doctorados, parece como si no tuvieras derecho a opinar. ¡Y eso no...! Allá cómo cada cual se gane la vida e ilustre (o engañe) al prójimo, y acá, bien firme, claro, concreto e inamovible, el derecho a opinar libremente.
Aunque las autoridades norteamericanas (al menos oficialmente) hayan dado por resuelto el atentado contra las Torres Gemelas, la opinión pública cada vez se inclina más hacia la teoría de la "voladura controlada", con todo lo que eso significaría... No quiero ni pensarlo, pero me resulta imposible apartarlo de mi mente, porque vi lo que vi.
Este enlace, aunque ciertamente complejo en algunos puntos, podrá estimular vuestra imaginación, despertar vuestra inquietud y hacer que os preguntéis si no será cierto que las Autoridades nos toman por imbéciles, como en tantas y tantas ocasiones a lo largo de la Historia.

NOTA.- He estado viendo en la Web varios vídeos de voladuras controladas. La semejanza con el hundimiento de las Torres Gemelas es total. Podéis comprobarlo vosotros mismos.

jueves, 13 de mayo de 2010

Cara y cruz

En el mundo cohabitan —imposibilitados para convivir y permanentemente enfrentados— algunos tipos de personas, que constituyen la cara y la cruz de una serie de monedas rodantes, cuyo conjunto forma un “tesoro” autodenominado Humanidad, que, impulsadas por invencibles y misteriosas fuerzas, se desplazan girando sin cesar a través de la inconmensurable mesa del espacio-tiempo hacia un destino desconocido, pero —si las cosas no cambian— más negro que las entrepiernas de un grillo.

Examinémoslos someramente:

Los que dan y los que reciben.

Los que ponen las bombas y los que vuelan por los aires.

Los que son blancos, negros, amarillos o de cualquier otro color, y los que no.

Los que aplican a rajatabla contra el prójimo la Biblia, el Corán o cualquier otro libro pretendidamente sagrado, y los que sufren las consecuencias.

Los hombres y las mujeres.

Los ricos y los pobres.

Los que pagan a Hacienda y los que están domiciliados en paraísos fiscales.

Los que tienen el hábito de fumar y los que engrosan las arcas del Estado y las propias a cuenta de ellos.

Los que defienden que la pluma es más poderosa que la espada y los que les cortan la cabeza por intentar demostrarlo.

Los que originan el agujero de ozono y los que pillan el correspondiente cáncer de piel.

Los que montan las campañas de seguridad vial y los que se rompen la crisma cada fin de semana.

Los que defienden el imperio de la justicia y los que soportan como pueden dicho imperio.

Los que piden el desarme mundial y los que fabrican armamento.

Los que tienen perro y los que limpian jardines y vías públicas.

Los que mandan y los que obedecen.

Los que piensan luego existen, y los que existen luego piensan de vez en cuando cuanto menos mejor porque es que se te pone la cabeza loca de tanto pensar, oye.

Los que hablan mi idioma y los cabrones que ni lo hablan ni quieren hacerlo, maldita sea su estampa.

Yo y los demás.

La ineludible realidad de lo escrito me abruma bajo su peso, y me obliga a modificar el planteamiento inicial proporcionándome un nuevo punto de vista mucho más preciso: no es que existan en el mundo algunos tipos de personas antagónicos…, ¡es que hay seis mil millones!

miércoles, 12 de mayo de 2010

Nuevo Dacia "Duster"

Para los amantes del automovilismo (que, al final, igual somos todos, en mayor o menor grado), aquí os incluyo un vídeo sobre el nuevo Dacia "Duster", un vehículo "todo camino" que, según los fabricantes y los comentaristas especializados, dará mucha guerra en el mercado.







martes, 11 de mayo de 2010

Hoy fui invitado al programa "Aspaldiko", de ETB 2

Quien esto escribe se encontraba esta mañana trabajando, humilde e incansablemente (como es habitual en él), cuando al filo de las 12 ha recibido una llamada en su teléfono móvil; una llamada que procedía de los estudios K-2000, lugar desde donde el segundo canal de la Televisión Vasca (Euskal Telebista-ETB 2) emite el magacín "Aspaldiko", presentado y dirigido por Antxon Urrosolo. Parece ser que mis amplios conocimientos sobre ufología y esas cosas hacían imprescindible mi presencia en el plató, y ante los insistentes requerimientos de la señorita María, y después de solucionar algunas problemas de índole laboral, he accedido a desplazarme hasta Galdácano-Galdakao, aún a sabiendas de que lo que me esperaba era la clásica confrontación poli bueno-poli malo, formato utilizado generalmente por la mayor parte de las televisiones del mundo para este tipo de programas, que sólo sirven para el lucimiento personal de los presentadores correspondientes, y la rechifla del público en general, que se queda igual o peor que antes.
Ahora bien, la experiencia ha superado plenamente todas mis expectativas.
He llegado al estudio (tal como se me había indicado) a las 5 de la tarde; he preguntado por la señorita María, que se ha hecho presente casi al instante, plena de amabilidad y cortesía, y que me ha hecho firmar dos documentos: uno cediendo los derechos de imagen (por si las posteriores emisiones, cosa que dudo), y otro dando mi acuerdo a los gastos de desplazamiento desde Vitoria-Gasteiz. Después he sido conducido a la sala de maquillaje, y, por último, al estudio en el que se estaba emitiendo el programa. Me han instalado el correspondiente artilugio microfónico, y me han sentado en una sillita junto al profesor Félix Ares de Blas, eminente científico y detractor del Fenómeno OVNI, que (lo he captado al momento) era el "augusto" encargado de ridiculizar al "clown" (yo) Como mis opiniones personales son mías, y no tengo rubor alguno en defenderlas entre mis amigos, o ante el obispo de Sebastopol, me ha dado lo mismo. Apenas hemos cruzado media docena de palabras mientras esperábamos nuestra "entrada en antena", que se ha producido (más o menos) a las 6 de la tarde (el programa finaliza a las 6,20) El asunto iba sobre las declaraciones del profesor Stephen Hawking (ya tratadas por mí en este blog) en relación con el posible contacto con inteligencias extraterrestres. Me han presentado como "experto en hechos paranormales" (o algo así), cosa que me he apresurado a desmentir a toda pastilla, porque no es cierto y en previsión de posibles consecuencias, y a continuación me han preguntado algo sobre la posibilidad de vida en el universo. He expuesto brevemente el hecho de que en nuestra pequeña galaxia, la Vía Láctea, hay unos 400.000 millones de estrellas parecidas a nuestro Sol, con todo lo que eso implica, y he trasferido el asunto al profesor Ares de Blas, mucho más capacitado que un servidor para enfocar la cuestión desde un punto de vista científico y racional, además de geo y antropocéntrico. Éste tampoco ha podido extenderse demasiado, porque el presentador ha cambiado de tema enseguida, pasando a considerar las diferencias en el genoma de los vascos, que los convierte en miembros de una raza única.
Después se ha terminado el programa.
Quiero agradecer las atenciones recibidas por parte de la señorita María (menudita y morena), de la señorita María (algo más alta y rubia), y de la copresentadora Maite Esparza, amable y gentil en todo momento.
Al señor Urrosolo no puedo agradecerle nada, porque ni siquiera me ha dado las buenas tardes. Antes de salir del plató, a dos metros de distancia, me he despedido con un cordial "¡Hasta luego, Antxon!", pero creo que no me ha contestado. Yo lo entiendo, porque la fama es la fama, y la gloria, la gloria, y los humildes mortales estamos muy lejos de esas deslumbrantes alturas, y no se nos distingue (como no sea para llamarnos por teléfono con la idea de que hagamos el gilipollas)
Que conste que no me quejo. Como he dicho al principio, intuía lo que iba a suceder, pero como la esperanza es lo último que se pierde...
Lo peor de todo es que me aburrido como un hongo.
¡Que toñazo de programa...!




domingo, 9 de mayo de 2010

La maestra

Aquí os cuelgo otro de nuestros excelentes temas musicales, compuesto por mi colega Kepa Agirre y por un servidor, e interpretado por el propio Kepa. Que lo disfrutéis.


miércoles, 5 de mayo de 2010

Todos somos griegos

Tres personas han muerto abrasadas, en el interior de un Banco, durante la huelga general en Atenas, víctimas de uno de los muchos brotes de violencia que se han producido. Parece ser que alguien lanzó un "cóctel Molotov" al interior del local, y esta pobre gente no tuvo oportunidad de alcanzar la salida. Seguramente, nos acabarán diciendo que han muerto por culpa de ciertos fanáticos extremistas que se mezclaban con los manifestantes.
Y puede que, indirectamente, sea cierto; no voy a negarlo.
Pero estas personas han muerto, en realidad, como consecuencia de los coletazos de una crisis económica originada y dispersada por determinadas instituciones financieras de los Estados Unidos de Norteamérica, cuyos gobernantes (como los del resto del mundo) lo único que han hecho es volver a robar el dinero a los pobres (los ciudadanos de a pie) para dárselo a los ricos de siempre, que siguen manteniendo sus privilegios y prebendas, alejados de las penalidades y sufrimientos que padecen todas las gentes humildes sobre el planeta. El presidente Obama, coreado por los demás gobernantes mundiales, dijo que era necesario cambiar el sistema para que estas situaciones no volvieran a repetirse, pero nada ha cambiado. El sistema sigue siendo el mismo: se bajan los salarios, se abarata el despido, se aumentan los impuestos, se incrementa la edad de jubilación, se limitan las pensiones (justamente ganadas a lo largo de toda una vida de trabajo), y los de arriba pueden seguir viviendo, como siempre, de puta madre y, encima, mofándose del populacho andrajoso y muerto de hambre.
¿Cómo no va a salir la gente a la calle, si le quitan de repente dos mensualidades; si le congelan el sueldo durante tres años; si hacen que tenga que cotizar 40 años para cobrar la pensión completa y, encima, calculándola sobre toda la vida laboral; si los precios son cada vez más altos y los salarios más bajos, o inexistentes, en el caso de los millones de parados que permanecen mano sobre mano?
Mientras los de arriba siguen haciendo alarde de mansiones, yates, fiestas con "glamour", orgías, cinismo y desfachatez a raudales.
En tiempos de Hamlet, algo olía a podrido en Dinamarca; ahora, ese hedor se extiende por todo el mundo. Es la globalización.
El sistema no funciona. Es mejor que TODOS vayamos tomando conciencia de ello, porque ahí está nuestra salvación como sociedad civilizada. Y mejor que nos demos prisa: el tiempo apremia.
Porque todos somos griegos.

lunes, 3 de mayo de 2010

Consideraciones sobre la catástrofe de la plataforma "Deepwater Horizon"

He comenzado el título de este post con la palabra "consideraciones", aunque también habría podido utilizar "reflexiones", "pensamientos", "disquisiciones", "digresiones" o "divagaciones", porque lo que voy a hacer es "pensar en voz baja" y plasmar aquí mis opiniones sobre la explosión en la plataforma petrolífera "Deepwater Horizon", ocurrida el pasado martes 20 de Abril, y que, además de la tremenda catástrofe ecológica que va a generar, costó la vida a 11 hombres de los que nadie habla.
Es tan grande el volumen de información, y tanto lo que me gustaría decir, que no sé por dónde empezar.
Lo primero que quiero señalar es que en el Golfo de México trabajan centenares de plataformas similares, sujetas, por tanto, a idénticos riesgos. A éstas hay que añadir las que operan en los mares del resto del mundo. En muchas de ellas se producen fugas periódicamente, y accidentes como el de la "Deepwater" se han sucedido (y no hace falta ser agorero para predecir que se seguirán produciendo) en otras muchas plataformas.
Ahora bien, ¿qué es una plataforma petrolífera? Nada más (y nada menos) que un gigantesco punzón que perfora la corteza terrestre hasta llegar a la bolsa de petróleo. Lo malo de este caso es que la corteza terrestre se encuentra a 1.525 metros de profundidad. Imaginad el dinero que se ha invertido para horadar ese pequeño agujero, que ahora no se puede cerrar. ¿Por qué no?, os preguntaréis, pero a eso sólo pueden responder los responsables de British Petroleum.
La extracción del crudo está protegida por un sistema de seguridad denominado BOP ("Blowout Preventer"), que cierra el sistema de tuberías en caso de emergencia, primero desde la misma plataforma (inutilizable aquí, porque quedó destruida), luego automáticamente, al perderse la comunicación entre la plataforma y el pozo (no funcionó), más tarde por un sistema de radiocontrol (que la "Deepwater" no tenía), y en última instancia de forma manual, activando el cierre de la válvula mediante el brazo de un robot submarino (pero, por lo visto, la válvula no funciona) A la vista de lo anterior, la primera pregunta es por qué la plataforma no disponía del sistema de cierre por radiocontrol, y la segunda, por qué no funciona la válvula manual. Prescindiendo de las responsabilidades económicas que deba afrontar BP por el desastre, alguien debería abonar un extra por estas dos negligencias criminales.
BP dice estar dispuesta a pagar; los pescadores piden una indemnización de 5 millones de dólares (?), pero qué factura pasará el planeta por los daños actuales y las consecuencias posteriores. ¿Quién evaluará la magnitud de la catástrofe ecológica sobre animales, plantas, fitoplancton y clima? En una palabra, ¿cómo cojones va a recuperarse el planeta? ¿Es que nunca vamos a ser capaces de comprender que la ecología es el polo opuesto a la economía, tal como entienden y utilizan este concepto los presidentes de las multinacionales y sus adláteres?
Según algunas fuentes se están vertiendo al mar 1.000 barriles diarios (159.000 litros); según otras, 5.000 (795.000 litros). En cualquier caso, es absolutamente inadmisible que lo más grave de esta situación sea que la reelección del presidente Obama esté en peligro. Lo que está en peligro es nuestra propia existencia sobre la faz de la Tierra. Y encima, va Michael Crichton y se descuelga con un libro en el que viene a decir que lo del cambio climático es una falacia.
Ahora parece que BP pretende montar otra torre para realizar el "empalme", pero eso no se conseguiría hasta pasados por lo menos tres meses, lo que nos da una cifra de vertido al océano que oscilaría entre 14 y 70 millones de litros de petróleo. ¿Por qué no se bombardea la boca de la perforación y se cierra la salida de forma contundente? No soy ingeniero; lo siento. Sólo soy un simple ciudadano con muy mala leche, que tiene muy claro que entre cuatro desalmados nos van a exterminar, por el puto afán de ganar dinero a mansalva. Por eso pienso mal, y al hacerlo me viene a la mente la idea de que quizá no quieran cerrar el jodido agujero porque volver a perforarlo resultaría muy costoso. ¡Sería como para fusilarles...!
Se me ocurre que una de las formas de contribuir a evitar este tipo de catástrofes, podría ser que todos los altos cargos de la empresa responsable se vieran condenados a vivir en la zona del desastre hasta su total recuperación, aunque tuvieran que pasar seis generaciones.
¿Demasiado duro para sus inocentes hijos y nietos?
¿Qué van a dejar ellos para los nuestros...?

domingo, 2 de mayo de 2010

La nube del volcán "Eyjafjalla" se ha ido, y nadie sabe cómo ha sido

Cada vez estoy más convencido de que las "autoridades" (sean quienes fueren) nos tratan como a verdaderos imbéciles, y de que siempre priman los intereses económicos sobre el bien común (que es el de unos pocos, o sea, el de los habituales poseedores de la pasta gansa)
¿Recuerdan ustedes la nube provocada por la erupción del volcán "Eyjafjalla", que tantos problemas causó en el tráfico aéreo europeo? Qué bueno que desapareció sin más consecuencias, ¿verdad? Bueno, sin más consecuencias que pagar una porrada de millones a las compañías aéreas por sus pérdidas; millones que saldrán de nuestros bolsillos, claro está. Un camionero preguntaba por qué a ellos no se les ayuda cuando tienen que parar por culpa de las nevadas, y en cambio a las compañías aéreas sí. Pues qué quiere usted que le diga; será una de esas cosas de nuestras "autoridades".
El hecho es que nadie ha oído hablar de la famosa nube, perturbadoramente peligrosa y peligrosamente perturbadora (para el tráfico aéreo), desde hace una semana por lo menos. Todos dábamos por sentado que el volcán había cesado en su actividad, o que la nube se desplazaba hacia el Polo Norte, sin riesgo para los europeos. Pues no. La nube sigue fluyendo y afectando a las Islas Británicas, el centro y el sur de Europa, con especial incidencia sobre la Península Ibérica. Vean ustedes aquí la evolución del fenómeno.
Y nadie dice esta boca es mía. Es, como siempre, la información de la desinformación. Ahora ya no hay problemas: los aviones vuelan, las nubes se levantan, que sí, que no, que caiga un chaparrón... El problema actual se encuentra en la marea negra del Caribe, catástrofe donde las haya, pero que, por supuesto, no afecta a las propiedades ni a los intereses de los dirigentes de las grandes compañías petrolíferas (al que le toque, que se joda)
Bueno, pues el caso es que la nube de polvo volcánico sigue afectando a la mayor parte de Europa, pero, por lo visto, ya no hay peligro alguno. ¡Que Dios nos coja confesados...!