En este blog se permite fumar, aunque recomiendo no hacerlo en agradecimiento a una excelente homeópata a la que debo mucho. Se prohibirá terminantemente el día en que desaparezcan las armas atómicas, las centrales nucleares y sus residuos, la contaminación, la desertización y la pederastia. ¡Ah!, se me olvidaba, también se pueden dejar comentarios.

sábado, 30 de octubre de 2010

La ministra de Cultura contra Fernando Sánchez Dragó






































¡La que se ha montado...! Parece ser que el escritor Fernando Sánchez-Dragó, en su libro "Dios los cría..." (que no he tenido el gusto ni el disgusto de leer aún), menciona que mantuvo relaciones sexuales con dos zorritas japonesas de 13 años. Pese a que el autor ha matizado que es pura ficción (allá quien lo vio, y aquí quien lo contó), la señora ministra de Cultura ha puesto el grito en el cielo, y ha afirmado, entre otras cosas que "la Literatura no es coartada", y que "las obligaciones y valores de un escritor no son distintas de las de cualquier otro miembro de la sociedad". Ha añadido doña Ángeles González-Sinde que en casos en los que "la libertad de expresión se extralimita y pasa por encima de la libertad de otras personas y de la consideración y el respeto a los menores", el Ministerio de Cultura debe plantearse la participación de los autores (en actos culturales, supongo)
Un servidor de ustedes, en calidad de humilde escritor amateur y a matar, siente que el vello se le eriza. ¿Estaremos retornando a tiempos y lugares que parecían olvidados en la noche de los tiempos? Porque, vamos a ver, claro que la Literatura no es una coartada, y que las obligaciones del escritor son las mismas que las de cualquier bicho viviente, pero hay que contemplar el proceso creativo desde otra perspectiva. El escritor es (y debe ser) absolutamente libre para plantear cualquier tema, del modo y manera que considere más adecuado para el buen fin de su obra. Y punto pelota. La libertad de expresión nunca puede pasar por encima de la libertad de otras personas, porque entonces tendríamos que estar en silencio las 24 horas del día. Es, precisamente, la libertad de ACCIÓN la que puede generar conflictos con la libertad personal de los otros. No es lo mismo decir (o escribir) "¡Viva el amor libre!", que pasarse por la piedra violentamente y sin pedir permiso a todo bicho viviente. El hecho de que Sánchez-Dragó mencione una relación sexual con jóvenes de 13 años no es motivo para rasgarse la vestiduras. Tengo entendido que en Thailandia a esa edad, y por exigencias de supervivencia en esta cínica y falsaria sociedad nuestra, ya son profesionales. Lo que deben hacer el Ministerio de Cultura de España, y todos los demás Ministerios del mundo, es propiciar una situación social, cultural y económica que acabe de raíz con la prostitución infantil, juvenil y senior, y que el que joda lo haga por simple placer, no por la necesidad perentoria de comer caliente.
La libertad de expresión de un escritor no puede ni debe tener límites, porque eso es pura y dura CENSURA. Es la formación de los lectores, recibida en las aulas, en la familia y en la sociedad, la que debe establecer las diferencias entre lo correcto y lo incorrecto. No el Ministerio de Cultura, ni ninguna librería del tres al cuarto.
De todo esto, parece desprenderse una luminosa enseñanza: cualquiera que tenga dinero puede tirarse a una jovencita de 13 años (está pasando diariamente), pero no se permite hablar ni escribir sobre ello.
Y tendría que ser exactamente al revés.
¡Ay!, si Vladimir Nabok y "Lolita" levantaran la cabeza.

viernes, 29 de octubre de 2010

Ha muerto Marcelino Camacho

Ha fallecido hoy, a la edad de 92 años, el histórico líder sindical, fundador de Comisiones Obreras, Marcelino Camacho.
No soy periodista, ni quiero tratar la noticia desde el simple aspecto periodístico. Digamos que me tocó transitar parte de los mismos caminos que recorriera Camacho, y además al mismo tiempo. Para mí, es el recuerdo de una época negra que empezó a clarear gracias a Marcelino y a otros como él. Su lucha por la libertad le costó, entre unas cosas y otras, ocho años de cárcel en Carabanchel (que podrían haber sido bastantes más, de no ser por la amnistía general otorgada con motivo de la proclamación de don Juan Carlos como rey de España)
Esperemos que su esfuerzo no haya sido baldío.
Mi más sincera condolencia a su esposa e hijos.
Descanse en paz.

martes, 26 de octubre de 2010

Aeropuerto de Ciudad Real

Hoy he recibido un mail que, por su indudable interés, reproduzco a continuación íntegramente y tal como me ha llegado. Helo aquí:

AEROPUERTO DE CIUDAD REAL
Date: Fri, 8 Oct 2010 23:27:59 +0200

Estas cosas solo se publican en los diarios extranjeros. Aquí parece que no pasara nada… además del Estatuto y del palacio de la música.

Ayer “Le Monde” dedicaba la totalidad de la página 3 a un reportaje demoledor, sobre el aeropuerto de Ciudad Real. Se trata de un equipamiento de última generación con una de las pistas más largas de Europa (4 kilómetros) capaz de permitir el aterrizaje de un Airbus A380, el avión comercial más grande del mundo.

Las instalaciones están dimensionadas para acoger un volumen de dos millones y medio de pasajeros al año. Para gestionarlo hay 91 trabajadores directos más unos 200 de diversas empresas concesionarias.

Hoy un silencio sepulcral reina en la inmensa nave de salidas –escribe el reportero del diario parisiense- El caso es que el aeropuerto de Ciudad Real nada más que tiene tres vuelos semanales, que gestiona Ryanair gracias a una subvención pública.

La cafetería prácticamente solo sirve para servir el almuerzo a los mismos trabajadores que lunes, miércoles, jueves y sábados son las únicas personas que dan vueltas por los pasillos en todo el día.

Una obra de esta magnitud ha necesitado invertir de entrada 500 millones de euros. Buena parte de ellos los va a poner Caja Castilla La Mancha, que ha sido intervenida por el Banco de España que la ha avalado con 9.000 millones de euros de dinero público.

Ahora la Junta de Castilla-La Mancha ha inyectado al aeropuerto 140 millones más, a que irán a compensar las pérdidas enormes y constantes.

Ciudad Real tiene 75.000 habitantes, cifra que ni siquiera le permite tener la consideración de ciudad, por lo que es considerada pueblo con su dignidad, por supuesto, pero con volumen ciudadano insuficiente a todas luces para tener un aeropuerto de esta envergadura, ni tiene ciudades cerca de ella que justifiquen la necesidad de un Aeropuerto, ni de esa talla, ni de ninguna otra.


Dispone de estación de TGV y aeropuerto internacional. EUROPA YA NO QUIERE PAGAR MÁS.

¿Quién TUVO INTERESES EN ESTE PROYECTO QUE NO BENEFICIA A NADIE?.
La contestación es clara, el beneficio estuvo en su construcción, averigüemos quienes la promocionaron y conoceremos quienes se beneficiaron de ella y tendremos las razones de su SINRAZÓN. (entre ellos el Presidente de Castilla-La Mancha: Barreda y sus secuaces, así como el Constructor Díaz de Mera, íntimo amigo de Barreda y presidente equipo de Balonmano campeón de Europa Renovalia-Ciudad Real, pero cómo un equipo de balonmano de una ciudad tan pequeña va a ser durante tantos años campeón de Europa y
España si no es con dinero público…)

Lo único claro en todo esto es que el español sigue pasando calamidades, mientras los políticos se lucran en sus cargos.

Pasa este correo, al menos por una vez el reenvío servirá para que el pueblo conozca las barbaridades que sus políticos hacen con el dinero del contribuyente.

¡ SIN COMENTARIOS!


¡Joder!, no sé por qué, pero este caso me suena muy parecido al del aeropuerto de Vitoria-Gasteiz, salvando las distancias.

sábado, 23 de octubre de 2010

Violación frustrada y voluntaria entrega de Justina C. (Relato)


Como supongo que algunos de vosotros sabréis leer, y, además, no tendréis nada que hacer durante este fin de semana, aquí os dejo uno de mis relatos para que paséis el rato lo mejor posible.
No hace falta que me lo agradezcáis; con enviarme un cheque por 500 euros (cantidad mínima), me doy por satisfecho.


NOTA: No autorizado para menores de 18 años. Estáis avisados.




VIOLACIÓN FRUSTRADA Y VOLUNTARIA ENTREGA DE JUSTINA C. 



Su nombre completo era Justina Caleruega Valmoral, pero he preferido poner sólo Justina C. en el título porque queda como más sugerente y misterioso, ¿no?
Bueno, pues a lo que iba...
Justina era una mujer de Concha y Sierra; un monumento con faldas y un milagro ambulante. A su paso, los mudos prorrumpían en aullidos lobunos, y los octogenarios tetrapléjicos saltaban de sus sillas de ruedas como los comandos desde la lancha de desembarco, y corrían tras ella poseídos por ardores casi olvidados en la noche de los tiempos.
Alta, morena, de larga y sedosa melena negra, pechos desafiantes y rotundos, rojos labios gordezuelos y espectaculares caderas, Justina era, además, una mujer de carácter.
—Yo, a buenas, lo que sea, ¿eh?, pero a mala hostia no me gana ni mi padre. ¡Que conste!
¡Vaya si constaba!
Había llegado a la gran ciudad desde un pueblo del sur, con la idea de labrarse un porvenir honrado en la industrial local y, a pesar de su escasa cultura —justo sabía leer, escribir y las cuatro reglas, aunque la división se le daba bastante mal—, gracias a su inmenso tesón pronto consiguió un puesto de simple obrera en una fábrica de baterías de cocina y similares, pomposamente denominada Manufacturas Metálicas y de Aluminio para Hogar y Hostelería, S.A. (MMAHHSA), aunque todo el mundo la conocía como Porcelanas. Inicialmente, la plantilla estaba compuesta por cuarenta y dos personas, incluidos jefe de personal y gerente, pero poco a poco la empresa fue creciendo y ahora, después de quince años de servicio ininterrumpido, a sus treinta de edad, Justina era flamante encargada de la sección de esmaltado final, con treinta y seis chicas a su cargo y un jornal que le permitía vivir como una reina en compañía de su marido, Desiderio Benjamilla Chiquirrín.
Y eso que Justina, tras cuatro años de matrimonio, empezaba a estar hasta el mismísimo gorro de Desiderio.
Le había conocido en una sala de fiestas, alto, guapo, limpio e impecable, y un poco por lo sola que se encontraba y otro poco porque Desiderio era un mozo apetecible, que se presentó como perito industrial, rama electrónica, las cosas fueron a más, hasta acabar en el altar. Luego resultó que Desiderio era un simple oficial de tercera, pero esa sería otra historia.
Durante los primeros meses la relación fue viento en popa; a veces, quizás, con demasiado viento. Porque Justina era una mujer de trapío, ardiente como un volcán, y Desiderio la satisfizo siempre, en todo lugar y con creces. Hasta que empezó a comportarse de forma extraña. Unas veces quería atarla a la cabecera de la cama; otras, azotarla con una fusta; algunas, quemarle los pezones con cera derretida. Un día intentó taladrar sus labios mayores con una anilla "para estar seguro de que eres sólo mía".
—Hasta aquí hemos llegado, macho —le dijo ella, saltando de la cama en pelota picada—. Si no eres capaz de joder como un hombre —Justina era bastante bruta—, búscate por ahí una que sea tan animal como tú.
—Pero, mujer, si es que en la variación está el gusto...
—Pues para variar puedes empezar por quemarte tú el pijo, chaval.
Desde entonces solían mantener relaciones más o menos cada quince días y en la postura del misionero, para salir del paso y sin permitirse ninguna otra variación sobre el tema.
Justina estaba segura de que su marido obtenía fuera de casa lo que ella le había negado, pero no le importaba. Sabía que su relación se acercaba inexorablemente al final y prefería que las cosas vinieran por sí mismas. Eso sí, cada día daba gracias al Cielo por no haberse quedado embarazada de aquel imbécil.
Eran las nueve de la noche de un cálido viernes de julio. Justina controlaba con rigor el proceso a su cargo, comprobando que las piezas entraban a los hornos perfectamente barnizadas y pasaban a las secciones finales de control de calidad y envasado sin interrupciones. Se observaba, a pesar de que el trabajo no se detenía en ningún momento, un ambiente más distendido que en otras ocasiones. El fin de semana y la cercanía de las vacaciones de verano contribuían, sin duda, a crear un clima laboral relajado. La operación de barnizado era semiautomática, y algunas operarias, sin dejar de prestar atención a la producción, charlaban excitadamente. Justina, que se llevaba muy bien con sus subordinadas sin detrimento de su autoridad, se acercó al pequeño grupo.
—A ver, niñas, ¿qué pasa? Que se está alborotando el gallinero…
—¡Ay!, doña Justi —dijo una morenita pecosa, envuelta como todas en la preceptiva bata gris—, ¿no se ha enterado usted?
—¿De qué me tengo que enterar, hija mía?
—¡Que anda un violador suelto, doña Justi! —informó, con expresión asustada, una chica larguirucha.
—¿Un violador? ¡Pues sí que estamos buenas! Los violadores existen desde que existe el hombre. No me vais a decir que tenéis miedo, a estas alturas.
—Pero éste actúa por aquí, jefa; por la zona industrial —dijo la morenita—. El lunes de la semana pasada atacó a una chica de la fábrica de bicicletas, y el miércoles de ésta a Julita, una de embalajes, que está la pobre que no se tiene en pie todavía.
—Y, ¿qué le hizo?
—¡Imagínese usted!
—Dicen que se ha tirado ya a más de una docena —intervino una pelirroja de nariz respingona, que llevaba un llamativo pañuelo de lunares anudado sobre la frente, estilo Carmen Miranda—. Yo no me atrevo ni a abrir la puerta de casa.
—Vamos, vamos, que ya sois mayorcitas —tranquilizó Justina—. Supongo que la policía no tardará en echarle el guante pero, de todas formas, lo que tenéis que hacer es no andar solas por lugares poco frecuentados y de noche. Y recordad que la mejor solución es una buena patada en los cojones.
—Sí, eso se dice muy fácil —protestó la pelirroja.
—¡Ay!, hija, pues llegado el caso lo haces, o te violan. Tú misma. Y ahora, a trabajar, que hay que terminar esta partida.
A las diez en punto sonó un timbre y la cadena de producción se detuvo automáticamente. Todas las operarias abandonaron sus puestos, en medio de una monumental algarabía, y se dirigieron presurosas hacia los vestuarios.
Justina, consciente de su responsabilidad, efectuó las últimas revisiones, comprobando que la sección quedaba en perfectas condiciones para reiniciar el trabajo a las seis de la mañana del lunes. Desconectó una por una las máquinas y observó con atención termómetros y manómetros, niveles en depósitos, existencias de barnices y materiales de entrada y salida. Cuando se aseguró de que todo era correcto, oprimió el interruptor general y la nave quedó en penumbra, iluminada únicamente por las luces de emergencia.
Eran las diez y media.
Se dirigió al vestuario caminando sin prisa por el solitario pasillo. La fábrica estaba silenciosa. Al acercarse a las duchas pudo escuchar el inconfundible sonido del agua golpeando sobre la pileta de porcelana. ¡Siempre había alguna descuidada que se dejaba el grifo abierto!
Como habitualmente, sobre todo los fines de semana, era la última en salir.
Hacía mucho calor y estaba empapada en sudor, por lo que decidió darse una buena ducha. Disponía de todo el tiempo del mundo. Desiderio estaría por ahí, haciendo de las suyas, y todo su plan para la noche del viernes era cenar ligeramente, ver cualquier aburrido programa de televisión y dormir desazonada sin tener sueño.
A un par de metros de la puerta de las duchas comenzó a soltarse los botones de la bata, sin reparar en el hombre que la contemplaba divertido desde el vestuario masculino.
—¡Sigue, sigue, que estoy deseando ver el espectáculo! —animó el espectador.
Justina se sobresaltó, cerrando de inmediato su escote.
—¡Joder, Javier, qué susto me has dado! Creía que estaba sola y apareces como un fantasma.
—Yo también soy encargado, guapa, y tengo las mismas obligaciones que tú. Y también salgo tarde los viernes, ¿qué te crees?
Javier era un muchachote alto y fuerte, de pelo ensortijado y rubio, compañero y amigo de Justina desde hacía muchos años. Justina sabía sin lugar a dudas que el hombre bebía los vientos por ella y —en absoluto secreto— le correspondía, pero no estaba dispuesta bajo ningún concepto a mantener una aventura extraconyugal. Se trataba de una cuestión de principios.
—No digo nada, Javier, majo —dijo ella, sonriendo—. Son las ventajas e inconvenientes de ser encargados. ¿Ves?: salimos más tarde pero podemos ducharnos tranquilamente.
—Y hasta en la misma ducha —respondió él, avanzando unos pasos.
—¡Qué más quisieras! —rió Justina, corriendo hacia el interior de la zona femenina.
Desde el umbral, llegó la voz de Javier:
—Un día no me voy a poder aguantar y te voy a comer viva, de arriba a abajo.
—¡Ya será menos! —respondió divertida y ligeramente excitada, ya bajo el acariciante chorro de agua tibia.
—¡Voy a entrar y te voy a exprimir las tetas como si fueran dos limones!
—Inténtalo y toco la alarma. Pero, ¿por quién me has tomado? Y cuidado con esas palabras, ¡desgraciado!
—Perdona, mujer, pero si es que me tienes loco. Ya lo sabes.
—Pues a ver si te entra la cordura, que falta te hace. ¡Hale!, déjame en paz y hasta el lunes.
—¿Quieres que te lleve a casa?
—Prefiero ir dando un paseo. Estaré más segura.
—Como quieras.
Y Justina escuchó sus pasos alejándose por el pasillo hacia el exterior de la fábrica. Minutos más tarde percibió, también, el ruido del automóvil perdiéndose en la distancia.
Salió de la ducha; se secó, vistió, peinó y maquilló ligeramente, y se dirigió hacia la conserjería, paso obligado para alcanzar la calle.
—Hasta el lunes, Vicente —saludó al hombre de la gorra-plato, bajito y gordezuelo, que hacía guardia en el interior de la garita acristalada.
—Adiós, Justina.
Podía sentir los ojos del vigilante acariciando sus nalgas mientras caminaba calle abajo. ¡Baboso de mierda!
La zona industrial estaba bien iluminada, aunque el tráfico de vehículos era escaso y el de viandantes prácticamente nulo. No es que tuviera especiales deseos de llegar pronto a casa, pero tampoco le apetecía caminar a lo tonto, a pesar de que la noche veraniega invitaba a pasear. ¡Si hubiera estado bien acompañada, todavía...! Por eso decidió atajar siguiendo el trazado del ya desaparecido ferrocarril de vía estrecha, lo que le permitiría llegar a su domicilio en un cuarto de hora. La trinchera de la antigua vía férrea rodeaba la ciudad por el oeste, casi como un límite natural. En su mayor parte estaba bordeada por almacenes y pequeñas villas cuyas farolas proporcionaban una mínima iluminación, pero había una tramo de unos cinco minutos —Justina lo conocía a la perfección—, con solares y huertas a ambos lados, en el que la oscuridad era casi total. Era una ruta frecuentada por decenas de trabajadores a la entrada y salida de las fábricas, pero, claro, en aquellos momentos, a las once de la noche, no se veía un alma.
Justina no sentía temor alguno.
Había recorrido el mismo camino miles de veces, sola y acompañada, sin incidentes dignos de mención. Hombre, sí, cierto día un borracho les gritó algunas burradas, pero la situación fue más motivo de risa que de pánico.
Vio cómo la Luna comenzaba a asomar sobre las montañas y se alegró. Aquella tenue luminosidad le facilitaría el esquivar las piedras de la zona oscura, que resultaban mortales de necesidad para unos tacones medianamente altos.
Sin embargo, cuando llegó al negro descampado pudo comprobar que su alegría carecía de fundamento, pues la luz del satélite, muy bajo aún sobre la línea del horizonte, resultaba invisible desde allí. Tendría que caminar con todo cuidado si no quería desnucarse, y así lo hizo. Sus ojos se adaptaron enseguida a la oscuridad, lo que le permitió relajarse un poco y avanzar con más rapidez sin dejar de extremar las precauciones. Sus propios pasos, el ladrido de un perro a lo lejos y el monótono canto de los grillos eran los únicos sonidos de la noche.
Siguió sendero adelante, concentrada en no tropezar.
Por eso no vio la sombra humana que se erguía entre unos matorrales y se abalanzaba sobre ella.
Una férrea mano cerró su boca mientras el frío y acerado filo de un cuchillo se apretaba contra su garganta.
—¡Obedece o te mato! —ordenó una voz ronca, que parecía surgir del mismo infierno.
El universo entero pasó como una exhalación por la mente de Justina. ¡Dios, era el violador! Casi se había burlado del miedo de las chicas, convencida de que esas cosas siempre les suceden a otras, y había ido a caer en sus garras como la más inocente de las víctimas. Se sintió desfallecer, sin fuerzas siquiera para llorar, completamente aterrada.
—¡Haz lo que te mande o te juro que mañana encontrarán aquí tus pedazos! —volvió a susurrar el invisible agresor, a la vez que incrementaba la presión del cuchillo sobre la garganta femenina.
Supo que no tenía escapatoria y por simple instinto de conservación movió la cabeza afirmativamente. El hombre, con rapidez —actuando como un verdadero profesional—, introdujo un pañuelo en su boca y después, sin miramientos, la tumbó sobre la yerba de la trinchera.
Justina, con los ojos desorbitados, apenas distinguió la figura vestida de negro y cubierta con un pasamontañas de igual color, mientras una mano codiciosa rasgaba su blusa, le arrancaba el sujetador y manoseaba sus pechos.
—¡Joder, tía, qué buena estás! —ronqueó la lujuriosa voz del violador—. Colabora y verás lo bien que lo pasamos. Esta será una noche inolvidable, te lo aseguro. Ahora, te vas a estar quietecita, ¿eh?, porque si haces un solo movimiento será el último, te lo juro.
Justina volvió a asentir con la cabeza.
El hombre se puso en pie y se bajó el pantalón y el calzoncillo con una mano, manteniendo el enorme cuchillo enfilado hacia la mujer. Después se arrodilló, levantó su falda y le arrancó la braga de un tirón.
—¡Vas a saber lo que es bueno, nena! —dijo, disponiéndose a suministrar la correspondiente enseñanza.
A pesar de la impenetrable oscuridad, Justina creyó percibir en su agresor cierto aire que le resultaba familiar, pero no pudo detenerse a meditar sobre el asunto. De pronto, una idea invadió su cerebro hasta entonces paralizado; una frase que había pronunciado en la fábrica apenas dos horas antes: "La mejor solución es una patada en los cojones." No estaba en posición de dar patadas, tumbada en el suelo y con el violador a punto de echarse sobre ella, pero sus manos estaban libres y sus ideas claras como el agua clara.
¡Así que se irguió a medias, atrapó con su diestra el escroto del sorprendido atacante y apretó, y apretó, y apretó hasta que le dolió la mano!
El hombre aprovechó los primeros tres segundos para aullar igual que un lobo encelado, y luego se desplomó como fulminado por el rayo de la ira divina.
Justina no perdió el tiempo, ni se detuvo a comprobar los desperfectos causados: salió corriendo y no paró hasta llegar al recibidor de su apartamento. Jadeaba; estaba agotada, despeinada y magullada; no tenía sostén, braga ni zapatos y su blusa colgaba en jirones, pero sentía en su interior una inmensa satisfacción: ¡había escapado de las garras del hijo de puta y le había dado su merecido!
Fue tranquilizándose paulatinamente y terminó sonriendo, feliz, de oreja a oreja. ¡Valiente cabrón! ¡Seguro que le había quitado las ganas para una temporada!
Tomó un relajante baño envuelta en sales aromáticas y después se sirvió una generosa copa de coñac. Estaba saboreándola cuando sonó el teléfono.
—¿Dígame?
—¡Justina! ¡Ay, hija mía, qué desgracia más terrible! —sollozó, al otro lado de la línea, su suegra, la madre de Desiderio.
—Cálmese, María, por favor, y dígame qué es lo que ocurre.
—¡Es Desiderio, hija! ¡Está muy mal! Por lo visto, le ha atacado un perro cerca de la antigua vía del ferrocarril y le ha destrozado... sus partes. Ha ingresado en la Residencia Sanitaria y ahora los doctores están operando para salvar lo que se pueda. ¡Ven pronto, hija! ¡No tardes! ¡Ay, qué desgracia más grande!
Y colgó.
Justina se quedó de piedra, teléfono en mano.
¡Con razón le resultaba familiar el individuo! ¡La madre que lo había parido!
Marcó con decisión el 091.
—Policía al habla. Dígame.
—El violador que buscan está siendo operado en estos momentos en la Residencia Sanitaria. Dice que un perro le ha mordido los huevos, pero he sido yo, que se los he aplastado porque me ha querido forzar.
—¿Quién es usted? Identifíquese, por favor.
—Que usted lo pase bien —replicó Justina, cortando la comunicación.
A continuación fue al dormitorio, escogió el juego de lencería más atrevido —color vino de Burdeos, por cierto— y ajustó las dos minúsculas prendas sobre su cuerpo, contemplando el devastador efecto en el gran espejo del armario. Sonrió complacida. Completó su mínimo atuendo con la negligé a juego y se dirigió de nuevo hacia el teléfono. Lo descolgó y marcó. La llamada se repitió tres veces, y Justina pensó que su plan iba a fracasar.
Pero no fue así. Alguien, al otro lado, había cogido el aparato.
—¿Quién es? —preguntó una voz varonil.
—¿Eres Javier?
—Sí.
—Soy Justina.
—¡Justina! ¡Qué sorpresa! ¿Qué puedo hacer por ti?
—Tengo dos cosas que podrás disfrutar si vienes a mi casa antes de veinte minutos.
—¿Qué cosas?
—Una botella de champán francés muy fría y una mujer estupenda y ardiente.
—¡Me sobran quince minutos! —gritó Javier, colgando sin despedirse.
Aquella cálida noche Justina ascendió desde las profundidades del horror hasta las más inconcebibles cúspides de la gloria.
Y, además, varias veces...

jueves, 21 de octubre de 2010

Al fin despega la economía española


El despegue de la economía española es ya un hecho incontrovertible. No son necesarios más informes del FMI, ni de la CE, ni del copón bendito.
En La Junquera se inaugura estos días la mayor casa de putas de Europa, con capacidad para 100 señoras putas según unos, o 200 según otros. En cualquier caso, no cabe la menor duda de que el incremento del mercado de fletes es un síntoma claro de reactivación económica. De momento, entre 100 y 200 personas abandonarán las listas del paro, lo que no es moco de pavo. No sé si la plantilla estará completa, pero en el cartel de la foto hay un número de teléfono por si te interesa enviar tu currículum. De nada.
¡Spain is different...!

martes, 19 de octubre de 2010

Lo nunca visto: la Policía de Mallorca desmonta tres bingos ilegales en una brillante operación.

En una operación, que yo me atrevería a calificar como de sin precedentes, la Policía de Mallorca ha cerrado tres bingos ilegales, dos en la propia capital de Baleares, y otro en Sóller.
Este brillante operativo policial, dirigido por el Área de Juego de la Consellería d´Interior, como respuesta a una denuncia presentada por "varias salas de juego" por "competencia desleal", se ha saldado con el cierre de tres salones parroquiales en los que decenas de ancianos pasaban el rato, jugando cartones de bingo a 10 céntimos cada uno.
En uno de estos centros, concretamente en el de la parroquia de Son Contoner, los agentes irrumpieron al grito de "¡Alto; Policía. Que nadie se mueva!", procediendo luego a identificar a los presentes, a levantar actas y a precintar la sala, llevándose la máquina de bingo (imagino que sería de juguete) y la recaudación, que ascendía a 5 euros, según he oído en TV.
Parece ser que la Policía ha permitido que se vuelvan a abrir los centros, pero sin jugar al bingo.
Yo, la verdad, ante hechos como éste es que me quedo sin palabras. ¿Pero es que la rimbombante Consellería d´Interior del Govern Balear no tiene cosas más importantes que hacer? Por ejemplo, investigar la actuación de las propias salas de juego denunciantes (que seguro que encuentran algo, ¡carajo!) A ver si al final los ciudadanos honrados vamos a tener que protegernos de los delincuentes y de la Policía.
Hace tiempo que tengo la impresión de que la gente se está volviendo loca.
Esta "operación policial" sólo puede resumirse en una palabra: gilipollez.
No me extraña que "el Cuerpo Nacional de Policía no ha facilitado ninguna información, dado que las competencias corresponden a la Conselleria d´Interior..."
Menuda vergüenza pasarían los pobres.

sábado, 16 de octubre de 2010

¡Visca el Barça...!

Hoy se ha celebrado la Asamblea de Compromisarios del F.C. Barcelona, más conocido como Barça a éste y al otro lado del charco. El asunto más controvertido y espinoso ha sido analizar el balance que presentó la Junta Directiva anterior, presidida por el señor Joan Laporta, que arrojaba un superávit de 11 millones de euros, y que, después del correspondiente examen por parte de los correspondientes auditores habilitados al efecto por la correspondiente nueva Junta Directiva, presidida ahora por el señor Sandro Rosell, resulta que presenta un déficit de ... ¡¡¡79 millones de euros!!!
¡Hosti, tú...!
Lo primero que me viene a la cabeza es que los cursos de Contabilidad que recibimos de jovenzuelos no sirven para nada. Cuando el profesor nos mandaba cerrar las cuentas y hacer el balance, salía lo que salía, y era inamovible, y estabas aprobado o suspendido. Ahora bien, los conceptos, epígrafes, capítulos, cantidades y montantes no ofrecían lugar a dudas, y cualquier error era sólo atribuible al "contable" de turno, o sea, al estudiante.
La contabilidad del Barça, realizada, sin duda, por eminentes técnicos en gestión de cuentas, demuestra que lo que nos enseñaron nuestros maestros carece de valor. Es evidente que un mismo ejercicio puede ser cerrado con 11 millones de beneficio o 79 de pérdidas, algo que nuestras juveniles y atolondradas mentes jamás habrían sospechado.
Volviendo al asunto central, yo me inclino más por el balance que ha presentado el señor Rosell a la Junta. Acabo de escuchar un comentario en Radio Nacional de España que, más o menos, venía a decir: "No es que se acuse a la anterior Junta Directiva de robo; lo que sucede es que hay importantes partidas que carecen de justificante"
¡Joder!, y tan importantes. Observad; observad atentamente unas cuantas:

- Pago de entradas para acudir a la final de la "Champions" en Roma: 631.000 euros.
- Lo mismo, pero a la "Final Four" de París: 177.000 euros.
- Idem de lienzo, para un concierto de U2 en el Camp Nou: 90.000 euros.
- Seguridad especial y detectives privados entre las temporadas del 2005 al 2009: existen contratos por 2 millones de euros.
- Cargo de una tarjeta VISA de un escolta de Laporta (53.000 euros), más gastos de restaurantes, hoteles, cigarros, perfumes, locales nocturnos y otros conceptos en período vacacional. Total: 318.000 euros.
- Gasto de un vicepresidente, por estancias en hoteles de Dubai, Qatar y Londres, entre otras cosillas: 26.000 euros.
- Alquiler de aviones privados: 362.000 euros.
- Restaurantes: 262.000 euros.
- "Catering" en el Nou Camp (evidentemente, no para los espectadores de a pie): 576.000 euros.
- Gastos de viajes "no deportivos": 5 millones de euros.
Se me ocurre que si disparamos por elevación, y presuponemos un parecido nivel de "actividad" en otros equipos punteros, en Sociedades Anónimas de pro y en determinados estamentos oficiales, las Autoridades nos están tomando el pelo como a idiotas redomados con esto de la crisis.
¿Qué crisis...?
Señor Zapatero, tiene usted los problemas de España solucionados. Todos; el paro, la edad de jubilación, el incremento de las pensiones y las prestaciones por nacimiento: que paguen Joan Laporta y sus adláteres, ¡coño...!

martes, 12 de octubre de 2010

El próximo viernes, en casa.

Foto: EL MUNDO


Según parece, el próximo viernes los treinta y tres mineros atrapados a 700 metros de profundidad podrán abrazar a sus familiares y amigos.
¡Albricias...!
Buen fin de semana, hermanos.

ÚLTIMA HORA: ¡Ya han empezado a salir! Cojonudo.

lunes, 11 de octubre de 2010

15.000 entradas al blog















El blog acaba de recibir la visita número 15.000
Ni por el forro imaginaba yo, cuando me decidí a crearlo hace unos meses, que íbamos a llegar a esto.
Así que muchas gracias a tod@s por vuestra amabilidad, y qué queréis que os diga, pues que seguiremos adelante, cómo no.
De momento, y para celebrarlo, os invito a unos típicos pintxos. Que aproveche.

El retorno del Caudillo

El Caudillo, Francisco Franco, ha despertado temporalmente del sueño eterno para mostrarnos abiertamente su desacuerdo con las próximas elecciones al Parlamento de Catalunya/ña.
El vídeo adjunto no deja resquicio para la duda.
No seré yo quien ose hacer comentarios, pero...¡virgen santa!


domingo, 10 de octubre de 2010

Reconocimiento póstumo


RECONOCIMIENTO PÓSTUMO

Algún día perdido

en la lejana

pero atenta mirada

de los tiempos,

o antes, quizás

—¿quién sabe?—,

un probo enterrador

pondrá mis restos

en lo profundo

del horno crematorio,

y esperará, paciente,

mezclando con el humo

de un cigarro

el humo proveniente

de mis huesos,

la combustión total

del esqueleto,

y en extrayendo

las cenizas luego

para dejar vacío

el mamotreto,

antes de revolverlas

con la tierra,

a golpes de azadón

o de paleta,

tal vez vea un destello,

o perciba el fugaz brillo

de una estrella,

o escuche el dulce canto

de un triste ruiseñor,

o el suspiro extasiado

de una rosa,

o voces en el viento

milagrosas,

y enarcando las cejas,

y moviendo lentamente

la cabeza

exclamará,

un tanto sorprendido,

limpiando con un trapo

sus manazas

y arrugando la jeta:

—Me "pai" que, por las trazas,

el "defunto" en cuestión

era poeta.

sábado, 9 de octubre de 2010

Las hijas del presidente Zapatero (comentario de textos)





































Hoy he recibido un mail en el que, so pretexto de mostrar algunas imágenes prohibidas de las hijas de José Luis Rodríguez Zapatero, se ataca sañuda y alevosamente al presidente y a su familia.
Líbreme Dios de erigirme en defensor de presidentes ultrajados -que, en la mayoría de los casos, bien merecidos tienen los ultrajes-, pero siempre he considerado, cuando menos, indignante y fuera de lugar este tipo de escarnio y befa, por completo ajeno a los deberes y quehaceres del atacado. Porque, vamos a ver, ¿qué cojones tiene que ver que la hija -o hijas- de Zapatero se vistan de góticas, de payaso o de dama de las camelias, para el gobierno del Estado?
Yo no me lo explico.
Desde mi punto de vista, la política se ha simplificado notablemente en los últimos decenios. De su significado como "arte de relacionarse los ciudadanos" o de "configurar el orden de la ciudad" queda muy poco, y ha venido a convertirse en la pura y dura gestión de los recursos económicos del país; sin más. Hoy en día, la labor del político es, casi exclusivamente, ésa: recibir el dinero de los contribuyentes, aplicarlo de la mejor forma posible en las necesidades comunes -sin guardarse nada en el bolsillo, lo cual es muy difícil-, y presentar al cierre del ejercicio unas cuentas bien saneadas. En definitiva, el político es un simple gestor económico.
Si esto es así, me importan un bledo cómo visten las hijas del presidente, sus amistades, su forma de disfrutar del ocio y la talla de ropa interior que usan. Lo que quiero es que el presidente gestione correctamente el presupuesto nacional, que los ciudadanos se sientan protegidos, seguros y contentos, y para conseguirlo es irrelevante la actitud personal de sus hijas ante la vida. Que hagan lo que les salga de las narices -como ciudadanas libres que son-, dentro del orden establecido.
Me vienen a la memoria las campañas electorales en USA e Inglaterra, que, desgraciadamente, se están exportando a muchos otros países. No voy a citar casos concretos -porque no se me pone en los huevos ponerme ahora a rebuscar en los archivos-, pero todos sabemos que es frecuente que un candidato sea defenestrado, por ejemplo, porque quemó una bandera cuando tenía 2o años, o porque visitaba la casa de putas de Madame Inés. Y digo yo: ¿qué importan esas chorradas, si el tío es honrado, trabajador, inteligente y un gestor impecable y experimentado en la administración pública?
En fin...
En el mail que he recibido aparecen algunas "perlas" que merece la pena comentar como reflexión general:

"Igual es hereditario, porque con la que nos está montando ZP no me extraña que salgan las hijas tal que así"

¿Qué tendrán que ver los cojones para comer trigo? ¡Coño!, los padres de Jesucristo eran carpinteros y él salió hijo de Dios... Imagino que, como cualquier padre normal, el señor Zapatero habrá educado a sus hijas lo mejor posible; que ellas, con pleno conocimiento, han optado por una determinada forma de expresión estética, y que él, respetando su libertad dentro de un orden, ha tragado. Y punto pelota.

"Aquí parece estar estupefacta ante las fechorías de su progenitor" (comentario a una de las fotos)

Pero, hombre, si quieres habla mal de una persona, pero no denigrando a su familia. ¿Qué culpa tienen ellos? Es la forma más ruín y cobarde de meterse con alguien.

"La viva imagen de sus papis" (otro "pie de foto")

Sin comentarios, o el mismo que en el párrafo anterior.

"Lo mejorcito de cada casa. ¿Y éstos nos van a pagar las pensiones?" (comentario a foto de grupo de amigos)

Es evidente que nada tienen que ver las hijas de Zapatero y sus amigos con el pago de pensiones, que se efectúa de acuerdo con la normativa vigente y a través de los correspondientes organismos oficiales.

No voy a extenderme más, porque tengo un hambre de la leche y me están esperando para ir a comer a un chino, donde me voy a poner morado de espaguetis a la tailandesa, pero que conste que jamás estaré de acuerdo con esta manera denigrante y burda de intentar burlarse de los demás, sean quienes sean.

Y ahora, a esperar que no me cierren el blog también a mí.


jueves, 7 de octubre de 2010

Niemeyer...¡bribonazo!

No sé qué es lo que terminaremos viendo en el mundo del deporte en general, y del fútbol en particular. Después de los azotes en el culo y los besitos, las tocadas de entrepierna y el famoso huevo del "Buitre", ahora va Peter Niemeyer, defensa del Hertha de Berlín, y le toca una teta a la árbitro del partido, la señora Bibiana Steinhaus, en vivo y en directo ante miles de espectadores.
¡Y ni siquiera vio la tarjeta amarilla...!
Los hay con suerte.
Encima, igual ganaron el partido por goleada...


martes, 5 de octubre de 2010

Sordos y ciegos

SORDOS Y CIEGOS

En el fragor de un campo de batalla

un ciego y sordo vate componía

una glosa de amor y de armonía,

un canto a la belleza idealizada.

Era un río la sangre, y la metralla

los campos abrasados recorría,

viajera con la Muerte en la porfía

de crueles destrozar miembros y entrañas.

Igual que ciego y sordo está el dormido,

en lujos y placeres acunado,

que al humano dolor puso en olvido.

Pero despertará, sobresaltado,

cuando el ardor del fuego vengativo

reduzca sus riquezas a pasado.

Mi meditación cuasi trascendental de hoy

He adquirido la muy saludable costumbre de darme una vuelta de una media hora, a paso rápido, normalmente al caer la tarde. Me lo aconsejaron tirios y troyanos, y, a pesar de que soy un cabezón, acabé por hacerles caso, y reconozco que es una gozada, tanto para el cuerpo como para el espíritu.
Me encontraba hoy a la mitad de mi recorrido, cuando me he cruzado con dos mujeres, una anciana y su acompañante, mucho más joven, por supuesto, y casi con toda seguridad sudamericana.
La anciana iba diciendo:
- Así son las cosas, Rosa; así son las cosas...
Rosa asentía con la cabeza, pero se notaba de lejos que su pensamiento estaba en otro lugar.
No he podido ni querido escuchar más. Íbamos en direcciones opuestas, y me he alejado de ellas en tres segundos.
Pero me han hecho pensar.
Las dos parecían buenas personas, y, sin duda, lo eran. Por completo desconocidas -probablemente- hace unos meses, ahora compartían vivencias y sentimientos. No deja de ser curioso, en esta jodida sociedad en la que nos ha tocado vivir, que nuestros padres tengan que descargar sus preocupaciones en personas que nada tienen que ver con ellos, cuando esas personas tienen sus propias preocupaciones y hasta se han visto en la necesidad de marchar a tierras extrañas para solucionar sus problemas.
Bueno, pues así son las cosas.
¿O no?

NOTA.- Las personas que aparecen en la foto (tomada de la Red) nada tienen que ver con lo escrito.

viernes, 1 de octubre de 2010

Tony Curtis























El pasado 29 de Septiembre falleció en Las Vegas el actor Tony Curtis, a la edad de 85 años.
Fue uno de mis actores favoritos.
Recuerdo con especial agrado sus interpretaciones en "Operación Pacífico" y "Con faldas y a lo loco", y algún que otro fiasco, como el de su papel en "Taras Bulba", representando al hijo más o menos traidor del héroe cosaco.
De cualquier forma, y desde mi punto de vista, la balanza siempre se inclinará a favor de Curtis.
Era un actor como la copa de un pino.
Descanse en paz.