En este blog se permite fumar, aunque recomiendo no hacerlo en agradecimiento a una excelente homeópata a la que debo mucho. Se prohibirá terminantemente el día en que desaparezcan las armas atómicas, las centrales nucleares y sus residuos, la contaminación, la desertización y la pederastia. ¡Ah!, se me olvidaba, también se pueden dejar comentarios.

sábado, 30 de octubre de 2010

La ministra de Cultura contra Fernando Sánchez Dragó






































¡La que se ha montado...! Parece ser que el escritor Fernando Sánchez-Dragó, en su libro "Dios los cría..." (que no he tenido el gusto ni el disgusto de leer aún), menciona que mantuvo relaciones sexuales con dos zorritas japonesas de 13 años. Pese a que el autor ha matizado que es pura ficción (allá quien lo vio, y aquí quien lo contó), la señora ministra de Cultura ha puesto el grito en el cielo, y ha afirmado, entre otras cosas que "la Literatura no es coartada", y que "las obligaciones y valores de un escritor no son distintas de las de cualquier otro miembro de la sociedad". Ha añadido doña Ángeles González-Sinde que en casos en los que "la libertad de expresión se extralimita y pasa por encima de la libertad de otras personas y de la consideración y el respeto a los menores", el Ministerio de Cultura debe plantearse la participación de los autores (en actos culturales, supongo)
Un servidor de ustedes, en calidad de humilde escritor amateur y a matar, siente que el vello se le eriza. ¿Estaremos retornando a tiempos y lugares que parecían olvidados en la noche de los tiempos? Porque, vamos a ver, claro que la Literatura no es una coartada, y que las obligaciones del escritor son las mismas que las de cualquier bicho viviente, pero hay que contemplar el proceso creativo desde otra perspectiva. El escritor es (y debe ser) absolutamente libre para plantear cualquier tema, del modo y manera que considere más adecuado para el buen fin de su obra. Y punto pelota. La libertad de expresión nunca puede pasar por encima de la libertad de otras personas, porque entonces tendríamos que estar en silencio las 24 horas del día. Es, precisamente, la libertad de ACCIÓN la que puede generar conflictos con la libertad personal de los otros. No es lo mismo decir (o escribir) "¡Viva el amor libre!", que pasarse por la piedra violentamente y sin pedir permiso a todo bicho viviente. El hecho de que Sánchez-Dragó mencione una relación sexual con jóvenes de 13 años no es motivo para rasgarse la vestiduras. Tengo entendido que en Thailandia a esa edad, y por exigencias de supervivencia en esta cínica y falsaria sociedad nuestra, ya son profesionales. Lo que deben hacer el Ministerio de Cultura de España, y todos los demás Ministerios del mundo, es propiciar una situación social, cultural y económica que acabe de raíz con la prostitución infantil, juvenil y senior, y que el que joda lo haga por simple placer, no por la necesidad perentoria de comer caliente.
La libertad de expresión de un escritor no puede ni debe tener límites, porque eso es pura y dura CENSURA. Es la formación de los lectores, recibida en las aulas, en la familia y en la sociedad, la que debe establecer las diferencias entre lo correcto y lo incorrecto. No el Ministerio de Cultura, ni ninguna librería del tres al cuarto.
De todo esto, parece desprenderse una luminosa enseñanza: cualquiera que tenga dinero puede tirarse a una jovencita de 13 años (está pasando diariamente), pero no se permite hablar ni escribir sobre ello.
Y tendría que ser exactamente al revés.
¡Ay!, si Vladimir Nabok y "Lolita" levantaran la cabeza.

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