En este blog se permite fumar, aunque recomiendo no hacerlo en agradecimiento a una excelente homeópata a la que debo mucho. Se prohibirá terminantemente el día en que desaparezcan las armas atómicas, las centrales nucleares y sus residuos, la contaminación, la desertización y la pederastia. ¡Ah!, se me olvidaba, también se pueden dejar comentarios.

domingo, 4 de septiembre de 2011

De cine

Últimamente he visto tres películas que han despertado en mí, por distintos motivos, recuerdos y sensaciones que deseo compartir con vosotros. 
La primera, procedente de mi filmoteca particular, es "Matar un ruiseñor" ("To kill a Mockingbird" - Universal Pictures, 1962 - Gregory Peck) Hace apenas veinte minutos que la he sacado de mi reproductor DVD, y, aunque la he visto una docena de veces, me sigue impresionando igual que cuando asistí a su estreno en Vitoria, allá por los 60 del siglo pasado. El guión es impresionante; la fotografía, perfecta; la interpretación, genial; la puesta en escena, asombrosa, y la dirección francamente magistral. ¡Y no tiene efectos especiales...! Además es en blanco y negro. En blanco y negro... Trabajé con un muchacho de veintitantos años que, al comentarle yo alguna película que consideraba interesante, describiéndole los momentos a mi juicio más intensos de la misma, siempre me hacía idéntica pregunta:
- ¿Es en blanco y negro o en color?
- En blanco y negro.
- Pues vaya mierda...
O sea, que de considerar al cine como "el séptimo arte" se está pasando a pensar que las películas, por el hecho de ser en blanco y negro, son una mierda. Es como si se le reprochara a Cervantes que no hubiera escrito "El Quijote" en plan comic.
Bueno, pues a lo dicho: "Matar un ruiseñor" es y seguirá siendo una excelentísima película por los siglos de los siglos. Amén.


Hace unos días tuve ocasión de ver por televisión "El gran Houdini" ("Houdini" - Paramount, 1953 - Tony Curtis y Janet Leigh) Aunque la película se basa en hechos reales, por lo que sé sólo aprovecha tales hechos para, aglutinados al gusto de los realizadores, ofrecernos un espectáculo audiovisual de cierto interés. El hecho de contar con Tony Curtis en el papel de Harry Houdini incrementa notablemente ese interés. La película se deja ver sin problemas, y además es en color, pero si saco a colación este filme no es por su calidad artística, sino por unas muy particulares escenas que me recordaron otras vividas muy de cerca: En un momento dado Houdini es arrojado al río Hudson dentro de un saco, a través de un pequeño agujero perforado en la helada superficie de la corriente. Sale del saco -como era normal en él, gran escapista- pero no logra encontrar la abertura en el hielo, y es dado por muerto. Cuando vuelve a su casa, sano y salvo, explica a su esposa que había conseguido llegar hasta el agujero siguiendo la voz de su madre, que le guió hasta la salida. Es entonces cuando recibe un telegrama  por el que se le informa de que la madre había muerto en Londres, el mismo día y a la misma hora en que él se debatía bajo el hielo entre la vida y la muerte. Parece ser que este suceso nunca tuvo lugar, pero sí es cierto que -en circunstancias desconocidas, al menos para un servidor- Houdini (cuyo verdadero nombre era Erik Weisz) estuvo a punto de ahogarse en un río a la edad de 7 años.
Pues bien, el 25 de Octubre de 1993, una persona muy allegada a mí, bien entrada en años y que vivía sola, se levantó a las 8 de la mañana para ir al lavabo. Mientras caminaba por el pasillo en camisón, escuchó nítidamente la voz de su hermana, residente en Guernica, que le dijo (más o menos):
- Adiós, hermana. Abrígate, que hace mucho frío.
A las 9 de la mañana recibió una llamada telefónica confirmando la muerte de su hermana menor una hora antes.
Por supuesto, no hay constatación científica de los hechos, pero así  fue la cosa y a otra cosa...

También he tenido el ¿gusto? de asistir a la proyección de la tan traída y llevada "Super-8", interpretada por un grupo de jovenzuelos dirigido por J.J. Abrams, y producida por Steven Spielberg y Bryan Burk.
¿Qué queréis que os diga?
Desde mi punto de vista, la película es un bodrio realizado y publicitado a mansalva para intentar sacar dinero. Recuerda inevitablemente a "E.T." y a "Encuentros en la Tercera Fase" (de hecho, el planteamiento es muy similar, con niños, extraterrestres y militares malos y mentirosos incluidos), y hasta la fisonomía del monstruoso y descomunal alien es idéntica a la del "Depredador" de Schwarzenegger. Pero, eso sí, el resultado es mucho peor que el obtenido con las tres citadas anteriormente. En pocas palabras: no vayáis a verla. Bueno, y si no me hacéis ni puto caso y vais, fastidiaros.
Esto es to..., esto es to..., esto es todo, amigos...
Por hoy.

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