En este blog se permite fumar, aunque recomiendo no hacerlo en agradecimiento a una excelente homeópata a la que debo mucho. Se prohibirá terminantemente el día en que desaparezcan las armas atómicas, las centrales nucleares y sus residuos, la contaminación, la desertización y la pederastia. ¡Ah!, se me olvidaba, también se pueden dejar comentarios.

domingo, 11 de septiembre de 2011

"Paul"

Una vez más os voy a hablar de cine. Diréis que soy un pesado (y puede que tengáis razón), pero es que también soy un cinéfilo impenitente (entre otras cosas peores, je, je) Todavía recuerdo el estreno de "El mayor espectáculo del mundo", de Cecil B. DeMille, cuando tenía yo más o menos siete años. Fue la única vez que mi tío José Mari, hermano de mi padre, me llevó al cine; al Gran Cinema VESA, aquí, en mi pueblo, que entonces era lo más chic y ahora ni existe, transformado en un conjunto de oficinas y locales comerciales que da pena. Pero ésa es otra historia.
Pues sucede que hoy me he saltado el filme "Paul", protagonizado por Simon Pegg, Nick Frost, Jason Bateman, Kristen Wiig y Bill Hader, que cuenta, además, con la breve pero intensa colaboración de Sigourney Weaver, y está dirigida por Greg Mottola.
Había visto su anuncio por televisión unas quinientas veces, y, como podéis suponer, no las tenía todas conmigo. Es más -y para ser sincero- tenía la impresión de que iba a ser un bodrio infumable; una de esas gamberradas cinematográficas (del estilo de "Los albóndigas") a las que nos tiene acostumbrado el cine norteamericano. Cuando apareció la bendita "tele" aquí, en España, la gente decía que iba a acabar con el cine, y ahora resulta que se ha convertido en su principal aliado: todas las "superproducciones" actuales nos llegan, de una forma o de otra, a través de la pequeña pantalla. Y uno va tomando experiencia a fuerza de ver porquerías anunciadas como obras maestras.
Bueno, pues con "Paul" me he llevada una grata sorpresa.
No es que sea, ni de lejos, merecedora de catorce "Oscar", pero la interpretación es correcta, el guión ocurrente, la banda sonora no está mal y te hace pasar un rato agradable y divertido, lo que, en los tiempos que corren, es muy de agradecer. Hombre, vuelven a echar mano del extraterrestre pequeño, de grandes ojos almendrados y piel gris-verdosa, cuando ya en la década de los 70 del pasado siglo se manejaban informes que hablaban de seres entre 60 cm. y más de 3 metros de altura. Pero no importa. "Paul" se hace bastante creíble y hasta simpático (está concebido para eso), y sus vicisitudes en compañía de dos accidentales salvadores terrícolas resultan, cuando menos, muy entretenidas.
Aunque no seáis amantes de la ciencia-ficción ni creáis en OVNI y cosas por el estilo, idos a verla, que lo vais a pasar chachi piruli.
Y si no, pues lo siento.

2 comentarios:

  1. Ay Dios! Que no encuentro la forma de dejar un comentario aquí jajajjaj.Si es que queda seré Anónima Lyliam (del Mono)y este mensaje es para saber si me permites ser tu seguidora, un placer leerte y estar al tanto de tantas cosas interesantes que hay en tu blog, un abrazote.

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  2. Pues ya lo has dejado, anónima Lyliam. Es un gran placer tenerte también por aquí como lectora. Espero que no tengas problemas a la hora de conectarte ni de comentar. Si los hubiera, házmelo saber por la otra vía. Un abrazo.

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