En este blog se permite fumar, aunque recomiendo no hacerlo en agradecimiento a una excelente homeópata a la que debo mucho. Se prohibirá terminantemente el día en que desaparezcan las armas atómicas, las centrales nucleares y sus residuos, la contaminación, la desertización y la pederastia. ¡Ah!, se me olvidaba, también se pueden dejar comentarios.

martes, 13 de septiembre de 2011

Sorpresa fotográfica en el Día de Olárizu

Ayer celebramos en mi pueblo la tradicional Romería de Olárizu. Olárizu es el monte que aparece al fondo, en esta foto de la izquierda.
Los vitorianos suben al monte y se reúnen en las campas bajo él, para comer, beber, bailar y disfrutar de la música, de la compañía y del día. 
Como la afluencia de romeros es masiva por la tarde, mi esposa y yo decidimos darnos una vuelta por la mañana, a eso de las 12. El día estaba completamente despejado, el calor iba en aumento, y aprovechamos para degustar un "pan preñado" y una jarra de cerveza en uno de los bares que acababan de instalarse. 
Pero voy al grano, porque lo que ahora me interesa mostraros no es, precisamente, la belleza de Olárizu ni la animación de la romería.
Como siempre, llevaba mi cámara fotográfica, y realicé varias instantáneas aquí y allá, aprovechando la excelente luminosidad de la mañana.
Podéis comprobar en estas dos fotografías lo que acabo de escribir: la mañana era nítida, la luz perfecta y no había una nube en el horizonte.
En un momento dado tomé dos fotos con zoom; una es del monte Gorbea y la otra del monte Anboto.
La del Gorbea es ésta:
Es una fotografía bonita, pero sin mayor importancia, como todas las que por lo general hacemos los aficionados a este divertido pasatiempo. A la derecha del Gorbea se encuentra el Anboto, y, por supuesto, tiré otra instánea, que es ésta:
Sigue siendo una foto bonita, sin mayor trascendencia... ¡hasta que la ampliamos
y vemos los cuatro objetos volantes que sobrevuelan las montañas!
Lógicamente, yo no vi nada cuando tomé la foto (el Anboto se encuentra a unos 25 km. en línea recta), pero he quedado muy sorprendido al examinarla con el visor de Windows. 
Una cosa está clara: en el resto de las fotografías, tomadas con pocos minutos de diferencia, no nay nada raro; ni aviones, ni pájaros, ni parapentes, ni leches.
Podéis ampliar la foto clickando sobre ella, pero no saldréis de dudas, je, je, je. 
Lo mismo que yo.
NOTA FINAL: Al volver a observar la foto original, mi esposa me ha hecho ver que a la izquierda del objeto 1 aparece otro, casi invisible por la distancia.

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