En este blog se permite fumar, aunque recomiendo no hacerlo en agradecimiento a una excelente homeópata a la que debo mucho. Se prohibirá terminantemente el día en que desaparezcan las armas atómicas, las centrales nucleares y sus residuos, la contaminación, la desertización y la pederastia. ¡Ah!, se me olvidaba, también se pueden dejar comentarios.

viernes, 29 de marzo de 2013

Vitoria-Gasteiz y los chopos de la calle Barrachi, o una cosa es predicar y otra dar trigo.

Vitoria-Gasteiz fue Green Capital europea durante el pasado año 2012. ¿Con qué merecimientos? Yo no lo sé; eso es cuestión de los miembros del comité que se dedica a repartir los títulos correspondientes año tras año. Desde mi punto de vista, Vitoria es una ciudad relativamente pequeña, que antes era tranquila y acogedora y ahora se está volviendo desquiciada y anárquica por mor de una gestión que pretende convertirla en la New York española, lo cual es ciertamente imposible. Un recorrido por la ciudad -desde hace años- te hace dudar de que esté terminada, por la enorme cantidad de obras que la salpican de un extremo al otro. Dicho esto, que quede claro que yo no puedo amar las ciudades, cúmulos de ladrillos, asfalto, vehículos y gentes sin alma. Podría amar a las personas que las habitan, pero necesitaría conocerlas una a una; globalmente, hay que tomar precauciones...
Pero vamos al meollo de la cuestión.
Se supone que una Green Capital lo es porque, entre otros factores, ha demostrado un excelso amor a la Naturaleza a lo largo de los tiempos. En el caso de Vitoria-Gasteiz, la propaganda nos dice que está rodeada por no sé cuántos anillos verdes, que si la calidad de vida, que si tal y que si cual, pero la realidad te muestra luego los plásticos colgados de los árboles, los vehículos destrozando baldosas en las zonas peatonales y las meadas de los gamberros en los cantones del casco viejo vitoriano. Por encima de todo, como guinda de este pastel falsamente ecológico, va el Ayuntamiento y ordena la tala traicionera de 125 chopos en la calle Barrachi, en el polígono industrial de Betoño, al este de la ciudad. Los árboles fueron cortados durante un fin de semana, y la explicación es que "eran un peligro" porque rozaban los cables de la línea de alta tensión que suministra energía a la zona, y que es propiedad de la compañía Iberdrola.
A nadie se consultó. En este país -como en todos- los mandatos del dinero son de obligado e inmediato cumplimiento. Da igual que se trate de árboles o de virgos de doncellas: cuando entran en juego los intereses económicos, todos jodidos. Lo más curioso es que hay personas que todavía defienden la matanza, porque los árboles "hacían baches en el suelo" o "podían producir descargas eléctricas". Lo de los baches se puede solucionar, y las descargas se evitarían podando los árboles afectados (no todos, ojo), aumentando la altura del tendido eléctrico o cambiando los cables de sitio. Claro, todo resulta más caro que talarlos y -por ejemplo- venderlos a una empresa maderera, pero es que somos Green Capital, ¡hostia!...
Lo más cojonudo es que, hace cinco años, el Ayuntamiento de Vitoria se vio en la misma tesitura: un montón de árboles -incluidos los de la calle Barrachi- constituían un riesgo para las instalaciones eléctricas, por lo que se destinó la cantidad de 94.000 euros PARA PODARLOS, en una operación asumida que tendría que repetirse cada tres o cuatro años. Es más, la concejala de Vía Pública, doña Marian Gutiérrez (Partido Socialista), expresó el criterio municipal sobre este asunto con las siguientes palabras: "... preferimos la poda a la tala, que se hace cuando no queda más remedio. Sabemos que dentro de tres o cuatro años, cuando las ramas crezcan, tendremos que hacer la misma operación"
Ya no hay ramas que cortar, ni cables que modificar, ni sombra que disfrutar. 
El Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz -Green Capital 2012- ha solucionado el problema.
No de forma ecológica, pero sí de acuerdo con los intereses de los de siempre, que no coinciden jamás con los intereses de los ciudadanos.
Porque una cosa es predicar y otra dar trigo.

R.I.P. por una chopera

No hay comentarios:

Publicar un comentario