En este blog se permite fumar, aunque recomiendo no hacerlo en agradecimiento a una excelente homeópata a la que debo mucho. Se prohibirá terminantemente el día en que desaparezcan las armas atómicas, las centrales nucleares y sus residuos, la contaminación, la desertización y la pederastia. ¡Ah!, se me olvidaba, también se pueden dejar comentarios.

sábado, 21 de diciembre de 2013

Dos microrrelatos para un fin de semana

Me tomo la libertad -dado que no podéis defenderos, je, je- de ofreceros estos dos microrrelatos recién salidos del horno de mi imaginación, con la absoluta certeza de que os encantarán... o no.
Feliz fin de semana.



PUNTO MUERTO

Detectives adscritos al Precinto 44 de la Policía de Nueva York, en el Bronx, investigan el hallazgo de un punto muerto en un callejón de la zona. El punto ha sido trasladado a dependencias forenses, donde le será practicada la autopsia.






ESCRITOR POBRE, ESCRITOR RICO

El escritor pobre escribía poco, comía poco, follaba poco y tenía pocas ideas literarias, porque normalmente pensaba en comer, follar y escribir, por este orden. Era bastante bueno, pero la gente sólo tenía ojos para el escritor rico.
El escritor rico viajaba mucho, comía mucho y follaba mucho. Además, tenía una idea fabulosa para su próxima novela.
El escritor pobre le observaba como a vista de pájaro, convencido de que se encontraba a millones de años-luz de aquella gloria mundial.
La Editorial empezó a presionar al escritor rico: necesitaban publicar antes de seis meses para aprovechar el tirón comercial del momento. Pero el escritor rico estaba muy ocupado dando conferencias, inaugurando talleres, engrandeciendo su descomunal ego, chupando alcohol como una esponja, pontificando sobre lo divino y lo humano y tirándose a todo lo que se movía. Cuando sus editores se le echaron encima como manada de lobos rabiosos, decidió que había llegado el momento de volver a escribir.
Pero no pudo. La página en blanco le contempló desde la nada solitaria y silenciosa noche tras noche, semana tras semana.
Desesperado y vacío, el escritor rico redactó una breve nota explicativa para el señor juez y se pegó un tiro.
Pocos meses más tarde, el escritor pobre escribió una novela basada en la historia del escritor rico y se hizo rico.
¡Qué cosas…!

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