CIGARRERA
Cigarrera, cigarrera,
la de la sonrisa roja,
la de la cara morena,
la de los ojos profundos,
la de la boca carnosa,
la de mis sueños ardientes,
la de la negra chistera...
El humo de tu cigarro
es recuerdo que se enreda
con los hilos del pasado
y me nubla la razón,
sabiendo que no me esperas
porque tienes otro amor,
cigarrera, cigarrera,
la de pétreo corazón.
(Servidor de ustedes)
Jajaja, servidor de ustedes, muy graciosa firma Joe.
ResponderEliminarEncantador tu poema lleno de ritmo y con sabor a otro tiempo, cuando el cigarrillo ambientaba los lugares y taponaba los pulmones, jajaja.
Me ha encantado.
Un abrazo.
¡Qué tiempos aquellos, cuando se podía fumar sin miedo a ser fusilado al amanecer...! En fin... Como siempre un gustazo tenerte por aquí, Eldita, y un fuerte abrazo de los de usar y no tirar.
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