Levantarse de la cama es un trabajo horrible que debería estar prohibido.
Además, uno empieza a pensar en todas las cosas que están por hacer, y el agotamiento se hace dueño y señor de los músculos del cuerpo, que empieza a pesar el doble o el triple.
¡Ay!, que casi no tengo fuerzas ni para apretar las teclas.
Voy a inten tar llegar has ta el dor mi torio.
Bue nas no ches a tod@s.