En este blog se permite fumar, aunque recomiendo no hacerlo en agradecimiento a una excelente homeópata a la que debo mucho. Se prohibirá terminantemente el día en que desaparezcan las armas atómicas, las centrales nucleares y sus residuos, la contaminación, la desertización y la pederastia. ¡Ah!, se me olvidaba, también se pueden dejar comentarios.

martes, 14 de mayo de 2019

Potrillos


Las yeguas que pastan en la Sierra de Entzia han parido, y devoran con sus potrillos la verde y fresca yerba de la primavera. Y si llevas una bolsa de plástico en la mano, algunas se te acercan dando por supuesto que eres portador de esa sal que los pastores les suministran de vez en cuando, je, je.
Estas fotos son de hoy. Espero que os gusten.













6 comentarios:

  1. Que momento más gratificante Joe, ver como se reproduce la especie y disfrutar con la mirada y el corazón todo lo bueno de la vida.
    Preciosas fotografías donde se ve la pradera sembrada de florecillas.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  2. Sí que resulta gratificante, porque en esta época del año despierta por completo la Naturaleza, y a la explosión vegetal se une la animal, con multitud de potrillos y ternerillos por todos los lados. Es un verdadero placer observarlo todo con calma, je, je. Un abrazo, Elda.

    ResponderEliminar
  3. Amo a los caballos que nobles son y que bellos. Hermosas imágenes Joe!! Un abrazo!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. En esta época del años casi todas las yeguas están con su potro (como las vacas con su ternero, je, je), y es una gozada verlos corretear o tumbarse en el suelo para disfrutar del sol primaveral. Un abrazo, María Susana.

      Eliminar
  4. Pocas cosas hay más saludables y satisfactorias para quienes saben apreciarlo,que el contacto directo con la naturaleza.Encantadoras las fotografías de esos potrillos explorando la vida.
    Por aquí se respira libertad y belleza. Me gusta tu blog,Joe.

    Abrazotes

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ni que lo digas; es una gozada. Sobre todo en mitad de la primavera o comienzos del verano, aunque cada estación tiene lo suyo. Un día de estos tengo que hacer un comentario sobre las urracas, ahora que me acuerdo, je, je, je. Un abrazo, Joaquín.

      Eliminar