En este blog se permite fumar, aunque recomiendo no hacerlo en agradecimiento a una excelente homeópata a la que debo mucho. Se prohibirá terminantemente el día en que desaparezcan las armas atómicas, las centrales nucleares y sus residuos, la contaminación, la desertización y la pederastia. ¡Ah!, se me olvidaba, también se pueden dejar comentarios.

lunes, 11 de febrero de 2013

Duda teológica

Foto: "El Correo.com"/11-2-2013
Su santidad Benedicto XVI ha comunicado hoy en Roma su decisión de no seguir al frente de la Iglesia Católica, por su edad avanzada y porque se encuentra sin fuerzas para cargar con la cruz que le fue impuesta, como a todos nosotros según la mejor tradición cristiana.
Si el Papa es un árbol caído, no seré yo quien haga leña de él; si es un hombre enfermo, que Dios le acompañe; si el Vaticano nos oculta algo, qué más da: estamos acostumbrados porque es lo que hacen todos los Gobiernos del mundo con sus ciudadanos.
Sorprendido aún por la noticia, lo que realmente me bulle en el cerebro, rebotando contra las paredes de mi cráneo como si fuera una pelota de golf que se me hubiera colado por la oreja, es una terrible duda teológica. Servidor fue educado en la religión católica, la única verdadera como todas las demás, y aunque hace mucho tiempo que uno dejó de lado dogmas de fe, rituales, golpes de pecho, infiernos, jerarquías y órdenes sacerdotales, y se dedicó a pensar por sí mismo con todo el trabajo que eso conlleva, no es menos cierto que uno recuerda gran parte de las enseñanzas recibidas, sobre todo en lo que se refiere al Obispo de Roma. Porque el Papa no es un simple funcionario que pueda salir a tomar café a las 10, que se vaya de vacaciones en agosto o que se jubile a los 67 años, sino el vicario de Jesucristo en la Tierra. Y Jesucristo es el hijo de Dios, lo que complica mucho más la cosa. ¿Cómo puede un hombre nacido de mujer rechazar el mandato de Dios? "Tú eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y las puertas del Infierno no prevalecerán contra ella" "El Papa es infalible cuando habla de asuntos de fe o de costumbres" "Nadie es probado por encima de sus posibilidades" "Yo estaré con vosotros hasta la consumación de los siglos", etc., etc., etc. 
Si el Papa se larga es que no confía en que Dios esté continuamente a su lado para ayudarle a cargar la cruz de cada día; es que no siente la presencia de ese Dios eterno y omnipotente en todos sus actos; es que, en definitiva, ha perdido la fe. Pero, ¿cómo puede Dios permitir que su representante en la Tierra pierda la fe? ¿Cómo pudo consentir que un Papa indigno ocupara la silla de Pedro?
La cosa tiene su busilis, y ya sé lo que muchos de vosotros -¡ateos, más que ateos!- estaréis pensando, pero creo que debemos aprovechar este momento de sorpresa para meditar profundamente sobre todo lo divino y lo humano. Yo, personalmente, opino que no hemos venido al mundo para ser felices ni para cambiarlo, y estoy más cerca de creer en Dios que en sus delegados terrícolas, pero que cada uno haga lo que considere oportuno.
Con todo el respetuoso cariño que sea posible, eso sí.


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