Acabo de escuchar una entrevista al ex coordinador de Izquierda Unida, Julio Anguita, en Radio Nacional de España, y me ha venido a la memoria aquel verso famoso del Cantar de Mío Cid, que dice "¡Oh!, Dios, qué buen vasallo, si hubiera buen señor..."
No voy a realizar una síntesis de la entrevista, ni mucho menos. No viene a cuento. Por supuesto, el asunto estaba relacionado con las pasadas elecciones municipales de Mayo, y la posibilidad de que I.U. se alíe con el Partido Popular en determinados ayuntamientos de Extremadura.
Lo que quiero es expresar mi admiración por este gran político, excelente orador e impecable conversador, que, pese a haberse retirado de la política activa por sus problemas cardíacos, sigue manteniendo una posición coherente con su credo, y una claridad de ideas que para sí quisieran la mayor parte de los que hoy en día nos gobiernan.
Pese al laicismo de España, pido a Dios que el futuro no tarde en proporcionarnos muchos hombres como él, capaz de renunciar a su cuantiosa pensión de diputado porque "con mi pensión de maestro tengo más que suficiente para vivir".
El jedi Anguita ha retornado -bien que brevemente-, y su corto parlamento radiofónico ha sido como un soplo de aire fresco en la atmósfera viciada de nuestros anhelos frustrados.
El jedi Anguita ha retornado -bien que brevemente-, y su corto parlamento radiofónico ha sido como un soplo de aire fresco en la atmósfera viciada de nuestros anhelos frustrados.
No hay comentarios:
Publicar un comentario