AMOR DE PAGO
Estaba solo, triste y abatido
viviendo un sin vivir, que era tortura
más fría que una celda de clausura,
a falta de un amor correspondido.
Así que fui a comprarlo decidido.
Por vil metal gocé de una hermosura
que me sanó mejor que acupuntura,
pero otra vez estoy alicaído
pues dejé que se fuera de mi lado
siguiendo la conseja inteligente
de un amigo leal y moderado,
que me anatemizó muy acerbamente.
¿Qué vale más, un buen amor pagado
o apilar el dinero tontamente?
(Servidor)
Bueno visto así.... pero realmente se puede comprar el amor??.
ResponderEliminarLa compañia es importante pero el amor es fusión incondicional, creo que jamas ndie podria comprarlo.
Un gusto leerte, y que me hagas pensar.
Saludos almendrados ;)
Je, je, je, buena pregunta... ¿Se pueden comprar alimentos naturales; o energías limpias; o prendas que no estén hechas en China? Mucha gente, por desgracia, ha de conformarse con sucedáneos y ahí debe aplicarse el principio de que "de lo perdido, saca lo que puedas". Hay una canción -creo que de Serrat- que dice "donde hay vino, beben vino; donde no hay vino, agua fresca" Lo peor es morirse de sed. Un abrazote.
ResponderEliminarY yo como siempre meteré el dedo en el ventilador,
ResponderEliminarporque conozco matrimonios que solo lo hacen cuando el marido trae el sueldo o hay por medio un "regalito" Es una forma de pagar por amor también, solo que es su señora, aunque la gran mayoría de los hombres van detrás de las buenas curvas, ¡no me hagan cuentos a mi!jajajjaja. Lyliam.
Si es que las cosas son como son, y no hay que darle vueltas. Además, ¿por qué lo llaman amor cuando quieren decir sexo?, je, je, je. Yo, mientras no violen a la gente, que hagan lo que quieran. Un abrazo, Lyliam, y feliz Navidad.
ResponderEliminarMuy bueno Joe!
ResponderEliminarAunque nunca, hasta hoy, lo he hecho,no tengo nada en contra de la ley de la oferta y la demanda y, más aún, si hay parné por medio...Hablando en serio, no sé qué es más triste, si venderse o el hambre del que compra.
un abrazo y feliz 2012.
Pues las dos cosas, María, pero no hay que darle vueltas. Feliz Año Nuevo.
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