No más emplearé quince minutos
para dejar cerrado este soneto,
capricho contumaz en pecho neto,
opaco brillo en un diamante bruto.
La almohada en ágil pluma así transmuto
y acepto de la oscuridad el reto,
mostrando que no soy ningún paleto
al cosechar del intelecto el fruto.
Con los últimos humos de un cigarro
despido al viejo día y con mi verso,
dispuesto a dar en brazos de Morfeo.
Si bien acierto en el rimado o marro,
el tiempo lo dirá... ¡Que el Universo
disculpe comprensivo el devaneo!
para dejar cerrado este soneto,
capricho contumaz en pecho neto,
opaco brillo en un diamante bruto.
La almohada en ágil pluma así transmuto
y acepto de la oscuridad el reto,
mostrando que no soy ningún paleto
al cosechar del intelecto el fruto.
Con los últimos humos de un cigarro
despido al viejo día y con mi verso,
dispuesto a dar en brazos de Morfeo.
Si bien acierto en el rimado o marro,
el tiempo lo dirá... ¡Que el Universo
disculpe comprensivo el devaneo!
(Servidor de ustedes)
Precioso soneto.Gracias por no ser perezoso y escribirlo, a mi me pasa que en los minutos antes de dormir la inspiración me dice cosas muy bonitas pero no me levanto a escribirlas (yo pierdo)
ResponderEliminarUn saludo
Si es que cuando me pongo, me pongo, y ya está. Un abrazo, Marina, y muchas gracias por tu comentario.
ResponderEliminarMe encanta... el estilo y la gracia. Si quieres pasarte por mi "Versomanía" serás bien recibido.
ResponderEliminarwww.versomaniaca.blogspot.com
Me pasaré; me pasaré... Gracias por tu cariñosa presencia. Un abrazo.
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