En este blog se permite fumar, aunque recomiendo no hacerlo en agradecimiento a una excelente homeópata a la que debo mucho. Se prohibirá terminantemente el día en que desaparezcan las armas atómicas, las centrales nucleares y sus residuos, la contaminación, la desertización y la pederastia. ¡Ah!, se me olvidaba, también se pueden dejar comentarios.

jueves, 2 de febrero de 2012

La ola de frío que nos invade

La ola de frío ha llegado, para alegría de los niños, de los incondicionales de la nieve y (sobre todo) de los medios de comunicación. Es curioso ver a los aguerridos reporteros en las mismas posiciones de todos los años, haciendo las mismas preguntas chorras de todos los años y comentando las gilipolleces de todos los años. De todos los años que nieva, claro, porque si no nieva los reportajes se centran en la sequía y en la desastrosa situación de las estaciones de esquí.
Por supuesto, estamos en "Alerta Amarilla" por nevadas y heladas. 
¿Qué significa esto?
Pues, la verdad, no lo tengo muy claro, porque la semana pasada estuvimos en la misma situación y no vi un copo en cien kilómetros a la redonda. Cuando yo era crío nevaba de cojones, y las heladas entre 2 y 6 grados bajo cero eran habituales durante todo el invierno. El día que yo nací, aparte de nacer todas las flores y cantar los ruiseñores en la pila del bautismo, hacía 8 grados bajo cero; a mediados de diciembre, ¿eh? Ahora mismo (a las 21,30) tenemos 2 grados bajo cero, que es una temperatura normal en el invierno vitoriano. Mejor dicho que era, porque con el cambio climático (del que nadie dice gran cosa, pero cuyos efectos son cada vez más notorios) lo que se lleva ahora en Vitoria desde diciembre hasta marzo son temperaturas mínimas de 5 grados y máximas de 12 o 15, y cuando los embalses tendrían que estar a rebosar, como consecuencia de las precipitaciones invernales, resulta que se encuentran al 65% de su capacidad. 
Por cierto, que ya se ha suscitado por ahí una discusión sobre si la ola de frío es polar o siberiana. También son ganas de tocar los huevos, ¿eh? Particularmente, si me quedo tieso como un chuzo, un pirulí de La Habana o la picha de un novio, me da igual que el frío venga del Polo, de Siberia o del coño de la Bernarda, pero así van las cosas en este jodido mundo.
Bueno, os dejo un par de fotos para compartir con vosotros la ola de frío. 
Poneos la bufanda.

2 febrero 2012 - 18 horas




2 febrero 2012 - 20 horas


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