CONTRA LA TIRANÍA
Millones de refugiados en los
países limítrofes, miles de mujeres violadas, niñas entregadas a la soldadesca,
bebés despanzurrados, muertos de hambre por doquier, ejecuciones masivas y sin
explicación alguna, terror ilimitado: el dictador había consolidado su poder y
pretendía legitimarlo como vitalicio y sucesorio.
Teníamos que hacer algo, y
teníamos que ser rápidos y contundentes.
No tardamos demasiado en adoptar
una decisión unánime: grabamos un disco-protesta denunciando las atrocidades
del régimen.
En dos meses vendimos cinco
millones de copias.
Cada cual se aprovecha de las circunstancias aunque ellas lleven dolor. Ay tanta gente que vive de las tragedias, empezando por los medios informativos y terminando por el pobre enterrador.
ResponderEliminarQuizás seamos mal pensados, y el producto de esa venta, fue integra a los millones de refugiados, jeje.
Un abrazo Joe.
Es que nos pasamos la vida haciendo cosas que no sirven para nada, y eludiendo aquello que podría cambiar nuestra existencia para siempre. Es, sin duda, la esencia de la especie humana. Un abrazo, Eldita.
ResponderEliminar