Levantarse de la cama es un trabajo horrible que debería estar prohibido.
Además, uno empieza a pensar en todas las cosas que están por hacer, y el agotamiento se hace dueño y señor de los músculos del cuerpo, que empieza a pesar el doble o el triple.
¡Ay!, que casi no tengo fuerzas ni para apretar las teclas.
Voy a inten tar llegar has ta el dor mi torio.
Bue nas no ches a tod@s.
Jajajaja, que bueno, eres muy gracioso Joe, me encanta esta vaguería tan vaga escrita con espacios, jajaja.
ResponderEliminarA mi cada vez me cuesta más levantarme y eso que no tengo gran cosa que hacer ¡por desgracia!, pero sé que es por acostarme más tarde que nunca, como si quisiera alargar los días... ¿será la edad con la que hago juego contigo?, jeje.
Un abrazo.
La edad tiene mucho que ver, sin duda. Proporciona una perspectiva de la vida absolutamente diferente, y desde esa perspectiva determinadas actividades y urgencias no tienen demasiado sentido, je, je. Un abrazo, Elda.
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