En este blog se permite fumar, aunque recomiendo no hacerlo en agradecimiento a una excelente homeópata a la que debo mucho. Se prohibirá terminantemente el día en que desaparezcan las armas atómicas, las centrales nucleares y sus residuos, la contaminación, la desertización y la pederastia. ¡Ah!, se me olvidaba, también se pueden dejar comentarios.

miércoles, 29 de mayo de 2019

¡No sé de qué me quejo!

Si no abre a la primera, pulsa otra vez. De nada.


2 comentarios:

  1. Qué bonito Joe, escuchar este bello poema que has compuesto, da ánimos, porque en realidad nos quejamos demasiado, quizás no hablando en alto pero si con el pensamiento, y ya no por las riquezas que personalmente me importan un bledo, pero si por el paso del tiempo que tantos estragos hace, pero realmente luego recapacita uno y se dice así mismo: disfrutemos hoy, mañana Dios dirá, y así nos conformaremos. Yo lo pienso pero no te creas que me quedo tan contenta, jajaja.
    Me ha encantado escucharte y meditar un momento sobre tus hermosos versos.
    Un gran abrazo.

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    1. Hace tiempo que escribí este poema, Elda, y aunque recorro ya los últimos (no sé si muchos o pocos, pero los últimos) kilómetros de mi existencia, mi espíritu siente lo mismo que entonces, y sigo pensando como entonces. Muchas gracias por tu amable presencia, Elda. Otro gran abrazo para ti.

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