Otro soneto satírico emanado de mi magistral pluma, aliada con este cerebro rayano en la genialidad que Dios me dio (¡toma ya!) Estoy acostumbrado a que me aborden mendigos, encuestadores de todo tipo, miembros de la Cienciología, mormones, representantes de compañías telefónicas, etc., y no tengo problema para quitármelos de encima de la mejor manera posible, pero que alguien te ofrezca una rosa en plena calle ...
Que alguien te ofrezca una rosa, es otra cosa, je, je, je.
Jajaja muy bueno este soneto. Ya me extrañaba a mi eso de que te ofrecieran una rosa sin más ni más, ésta, llevaba intención, aunque con las intenciones nunca basta.
ResponderEliminarMe encantó, igualmente el video.
Un placer y un abrazo Joe.
Por otro lado, cualquiera que me conozca sabe que prefiero una chuleta a una rosa, je, je, je. A ver si toman nota para la próxima campaña. Un abrazo, Elda.
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