He comenzado el título de este post con la palabra "consideraciones", aunque también habría podido utilizar "reflexiones", "pensamientos", "disquisiciones", "digresiones" o "divagaciones", porque lo que voy a hacer es "pensar en voz baja" y plasmar aquí mis opiniones sobre la explosión en la plataforma petrolífera "Deepwater Horizon", ocurrida el pasado martes 20 de Abril, y que, además de la tremenda catástrofe ecológica que va a generar, costó la vida a 11 hombres de los que nadie habla.
Es tan grande el volumen de información, y tanto lo que me gustaría decir, que no sé por dónde empezar.
Lo primero que quiero señalar es que en el Golfo de México trabajan centenares de plataformas similares, sujetas, por tanto, a idénticos riesgos. A éstas hay que añadir las que operan en los mares del resto del mundo. En muchas de ellas se producen fugas periódicamente, y accidentes como el de la "Deepwater" se han sucedido (y no hace falta ser agorero para predecir que se seguirán produciendo) en otras muchas plataformas.
Ahora bien, ¿qué es una plataforma petrolífera? Nada más (y nada menos) que un gigantesco punzón que perfora la corteza terrestre hasta llegar a la bolsa de petróleo. Lo malo de este caso es que la corteza terrestre se encuentra a 1.525 metros de profundidad. Imaginad el dinero que se ha invertido para horadar ese pequeño agujero, que ahora no se puede cerrar. ¿Por qué no?, os preguntaréis, pero a eso sólo pueden responder los responsables de British Petroleum.
La extracción del crudo está protegida por un sistema de seguridad denominado BOP ("Blowout Preventer"), que cierra el sistema de tuberías en caso de emergencia, primero desde la misma plataforma (inutilizable aquí, porque quedó destruida), luego automáticamente, al perderse la comunicación entre la plataforma y el pozo (no funcionó), más tarde por un sistema de radiocontrol (que la "Deepwater" no tenía), y en última instancia de forma manual, activando el cierre de la válvula mediante el brazo de un robot submarino (pero, por lo visto, la válvula no funciona) A la vista de lo anterior, la primera pregunta es por qué la plataforma no disponía del sistema de cierre por radiocontrol, y la segunda, por qué no funciona la válvula manual. Prescindiendo de las responsabilidades económicas que deba afrontar BP por el desastre, alguien debería abonar un extra por estas dos negligencias criminales.
BP dice estar dispuesta a pagar; los pescadores piden una indemnización de 5 millones de dólares (?), pero qué factura pasará el planeta por los daños actuales y las consecuencias posteriores. ¿Quién evaluará la magnitud de la catástrofe ecológica sobre animales, plantas, fitoplancton y clima? En una palabra, ¿cómo cojones va a recuperarse el planeta? ¿Es que nunca vamos a ser capaces de comprender que la ecología es el polo opuesto a la economía, tal como entienden y utilizan este concepto los presidentes de las multinacionales y sus adláteres?
Según algunas fuentes se están vertiendo al mar 1.000 barriles diarios (159.000 litros); según otras, 5.000 (795.000 litros). En cualquier caso, es absolutamente inadmisible que lo más grave de esta situación sea que la reelección del presidente Obama esté en peligro. Lo que está en peligro es nuestra propia existencia sobre la faz de la Tierra. Y encima, va Michael Crichton y se descuelga con un libro en el que viene a decir que lo del cambio climático es una falacia.
Ahora parece que BP pretende montar otra torre para realizar el "empalme", pero eso no se conseguiría hasta pasados por lo menos tres meses, lo que nos da una cifra de vertido al océano que oscilaría entre 14 y 70 millones de litros de petróleo. ¿Por qué no se bombardea la boca de la perforación y se cierra la salida de forma contundente? No soy ingeniero; lo siento. Sólo soy un simple ciudadano con muy mala leche, que tiene muy claro que entre cuatro desalmados nos van a exterminar, por el puto afán de ganar dinero a mansalva. Por eso pienso mal, y al hacerlo me viene a la mente la idea de que quizá no quieran cerrar el jodido agujero porque volver a perforarlo resultaría muy costoso. ¡Sería como para fusilarles...!
Se me ocurre que una de las formas de contribuir a evitar este tipo de catástrofes, podría ser que todos los altos cargos de la empresa responsable se vieran condenados a vivir en la zona del desastre hasta su total recuperación, aunque tuvieran que pasar seis generaciones.
¿Demasiado duro para sus inocentes hijos y nietos?
¿Qué van a dejar ellos para los nuestros...?
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