Hoy he recibido un mail en el que, so pretexto de mostrar algunas imágenes prohibidas de las hijas de José Luis Rodríguez Zapatero, se ataca sañuda y alevosamente al presidente y a su familia.
Líbreme Dios de erigirme en defensor de presidentes ultrajados -que, en la mayoría de los casos, bien merecidos tienen los ultrajes-, pero siempre he considerado, cuando menos, indignante y fuera de lugar este tipo de escarnio y befa, por completo ajeno a los deberes y quehaceres del atacado. Porque, vamos a ver, ¿qué cojones tiene que ver que la hija -o hijas- de Zapatero se vistan de góticas, de payaso o de dama de las camelias, para el gobierno del Estado?
Yo no me lo explico.
Desde mi punto de vista, la política se ha simplificado notablemente en los últimos decenios. De su significado como "arte de relacionarse los ciudadanos" o de "configurar el orden de la ciudad" queda muy poco, y ha venido a convertirse en la pura y dura gestión de los recursos económicos del país; sin más. Hoy en día, la labor del político es, casi exclusivamente, ésa: recibir el dinero de los contribuyentes, aplicarlo de la mejor forma posible en las necesidades comunes -sin guardarse nada en el bolsillo, lo cual es muy difícil-, y presentar al cierre del ejercicio unas cuentas bien saneadas. En definitiva, el político es un simple gestor económico.
Si esto es así, me importan un bledo cómo visten las hijas del presidente, sus amistades, su forma de disfrutar del ocio y la talla de ropa interior que usan. Lo que quiero es que el presidente gestione correctamente el presupuesto nacional, que los ciudadanos se sientan protegidos, seguros y contentos, y para conseguirlo es irrelevante la actitud personal de sus hijas ante la vida. Que hagan lo que les salga de las narices -como ciudadanas libres que son-, dentro del orden establecido.
Me vienen a la memoria las campañas electorales en USA e Inglaterra, que, desgraciadamente, se están exportando a muchos otros países. No voy a citar casos concretos -porque no se me pone en los huevos ponerme ahora a rebuscar en los archivos-, pero todos sabemos que es frecuente que un candidato sea defenestrado, por ejemplo, porque quemó una bandera cuando tenía 2o años, o porque visitaba la casa de putas de Madame Inés. Y digo yo: ¿qué importan esas chorradas, si el tío es honrado, trabajador, inteligente y un gestor impecable y experimentado en la administración pública?
En fin...
En el mail que he recibido aparecen algunas "perlas" que merece la pena comentar como reflexión general:
"Igual es hereditario, porque con la que nos está montando ZP no me extraña que salgan las hijas tal que así"
¿Qué tendrán que ver los cojones para comer trigo? ¡Coño!, los padres de Jesucristo eran carpinteros y él salió hijo de Dios... Imagino que, como cualquier padre normal, el señor Zapatero habrá educado a sus hijas lo mejor posible; que ellas, con pleno conocimiento, han optado por una determinada forma de expresión estética, y que él, respetando su libertad dentro de un orden, ha tragado. Y punto pelota.
"Aquí parece estar estupefacta ante las fechorías de su progenitor" (comentario a una de las fotos)
Pero, hombre, si quieres habla mal de una persona, pero no denigrando a su familia. ¿Qué culpa tienen ellos? Es la forma más ruín y cobarde de meterse con alguien.
"La viva imagen de sus papis" (otro "pie de foto")
Sin comentarios, o el mismo que en el párrafo anterior.
"Lo mejorcito de cada casa. ¿Y éstos nos van a pagar las pensiones?" (comentario a foto de grupo de amigos)
Es evidente que nada tienen que ver las hijas de Zapatero y sus amigos con el pago de pensiones, que se efectúa de acuerdo con la normativa vigente y a través de los correspondientes organismos oficiales.
No voy a extenderme más, porque tengo un hambre de la leche y me están esperando para ir a comer a un chino, donde me voy a poner morado de espaguetis a la tailandesa, pero que conste que jamás estaré de acuerdo con esta manera denigrante y burda de intentar burlarse de los demás, sean quienes sean.
Y ahora, a esperar que no me cierren el blog también a mí.
Pues son guapísimas
ResponderEliminarOye, pues, hablando en serio, ¿eh?, el otro día vi una fotografía de una de ellas, y tenía unos ojos verdes preciosos.
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