SORDOS Y CIEGOS
En el fragor de un campo de batalla
un ciego y sordo vate componía
una glosa de amor y de armonía,
un canto a la belleza idealizada.
Era un río la sangre, y la metralla
los campos abrasados recorría,
viajera con la Muerte en la porfía
de crueles destrozar miembros y entrañas.
Igual que ciego y sordo está el dormido,
en lujos y placeres acunado,
que al humano dolor puso en olvido.
Pero despertará, sobresaltado,
cuando el ardor del fuego vengativo
reduzca sus riquezas a pasado.
En pocos versos has puesto una verdad tan grande como una montaña.
ResponderEliminarMagnífico compañero !!!
Un abrazote.
Gracias, Gus. Lo tenía por aquí archivado, y me decidí a colgarlo, para que no se apolille. Otro abrazote para ti.
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