En este blog se permite fumar, aunque recomiendo no hacerlo en agradecimiento a una excelente homeópata a la que debo mucho. Se prohibirá terminantemente el día en que desaparezcan las armas atómicas, las centrales nucleares y sus residuos, la contaminación, la desertización y la pederastia. ¡Ah!, se me olvidaba, también se pueden dejar comentarios.

martes, 23 de marzo de 2010

Horrible asesinato en la avenida (Poema)

Como bien sabéis, de vez en cuando os deleito con algún poema o relato de mi propia cosecha, y hoy publico éste, que para mí tiene un gran valor sentimental... y artístico, por supuesto (con su tonillo de humor negro incluido) Espero que os guste; si así no fuera, lamento no poder lamentar que no os guste, ¡je!, ¡je!





HORRIBLE ASESINATO EN LA AVENIDA

Volaba un coche "K" por la avenida

sumergida en la lluvia y solitaria

de una cualquier ciudad de nuestra España,

con las luces azules encendidas.

Atronando en la noche su sirena

quemó frenos y gomas contra el suelo,

llegando a detener su bajo vuelo

junto al sucio bordillo de la acera.

Bajóse un Inspector irreprochable,

ladeado el gris sombrero en la cabeza,

bien calado y hundido hasta las cejas;

gabardina cruzada e impecable.

La dotación del "Z" que esperaba

le acompañó hasta el lugar del crimen,

donde yacía muerto un espécimen

de hombrecito que apenas abultaba.

Demandó prontamente el Inspector

los datos personales del finado,

que anotó punto a punto detallados

en su agenda, con un rotulador:

—Jerónimo García Colmenero,

sin domicilio fijo ni trabajo;

componía poemas a destajo

y tenía vacío el monedero.

Realizando con esmero una inspección

del cuerpo del delito allí tumbado,

emitió un informe muy acertado

que a los presentes llenó de admiración:

—El corazón partido en tres pedazos

por impacto directo de una pena;

las manos enterradas en la arena

para aferrar el mundo entre sus brazos;

los huesos aplastados por el peso

del desprecio y la burla cada día;

ahogado en una triste melodía;

asfixiado en la falsedad de un beso.

Las vergüenzas desnudas sin decoro

y los ojos clavados en el cielo,

perdidos la esperanza y el anhelo

detrás de una tarjeta "Visa-Oro".

Cerebro convertido en fosfatina

mezclada con tres gramos de locura,

podrido por la duda, la amargura,

la sucia mezquindad y la rutina.

Las escuálidas piernas destrozadas

de tanto andar, incierto e inseguro,

en medio del estiércol de este mundo,

empeñado en utópicas cruzadas.

El hombre, está bien claro, era un poeta,

y ha sido asesinado arteramente

por esta sociedad tan deprimente

donde sólo se aprecia la peseta.

¡Coloquen bien la cinta, que se tense,

hasta que llegue el juez, que yo, entretanto,

redactaré el informe de este espanto

para unirlo al del médico forense!


(Nótese que el poema está escrito antes de la llegada del euro, y no se me pone en las narices cambiar la rima donde dice "peseta". El autor, o sea yo)

2 comentarios:

  1. Otra genialidad de poema y van ....?
    Fantástica combinación de melancolía y humor tan bien apisonadas.
    Respecto de la rima, ni se te ocurra, que es mas o menos como rimar "indio"
    Un abrazo

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  2. ¡Ya te digo! ¿A quién se le ocurre denominar euro a una moneda; o dólar; o piastra? Así no hay quien rime, ¡demonios! Con lo bien que rimaban peseta, marco, franco y lira. En fin, se hará lo que se pueda. Un abrazote.

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