HORRIBLE ASESINATO EN LA AVENIDA
Volaba un coche "K" por la avenida
sumergida en la lluvia y solitaria
de una cualquier ciudad de nuestra España,
con las luces azules encendidas.
Atronando en la noche su sirena
quemó frenos y gomas contra el suelo,
llegando a detener su bajo vuelo
junto al sucio bordillo de la acera.
Bajóse un Inspector irreprochable,
ladeado el gris sombrero en la cabeza,
bien calado y hundido hasta las cejas;
gabardina cruzada e impecable.
La dotación del "Z" que esperaba
le acompañó hasta el lugar del crimen,
donde yacía muerto un espécimen
de hombrecito que apenas abultaba.
Demandó prontamente el Inspector
los datos personales del finado,
que anotó punto a punto detallados
en su agenda, con un rotulador:
—Jerónimo García Colmenero,
sin domicilio fijo ni trabajo;
componía poemas a destajo
y tenía vacío el monedero.
Realizando con esmero una inspección
del cuerpo del delito allí tumbado,
emitió un informe muy acertado
que a los presentes llenó de admiración:
—El corazón partido en tres pedazos
por impacto directo de una pena;
las manos enterradas en la arena
para aferrar el mundo entre sus brazos;
los huesos aplastados por el peso
del desprecio y la burla cada día;
ahogado en una triste melodía;
asfixiado en la falsedad de un beso.
Las vergüenzas desnudas sin decoro
y los ojos clavados en el cielo,
perdidos la esperanza y el anhelo
detrás de una tarjeta "Visa-Oro".
Cerebro convertido en fosfatina
mezclada con tres gramos de locura,
podrido por la duda, la amargura,
la sucia mezquindad y la rutina.
Las escuálidas piernas destrozadas
de tanto andar, incierto e inseguro,
en medio del estiércol de este mundo,
empeñado en utópicas cruzadas.
El hombre, está bien claro, era un poeta,
y ha sido asesinado arteramente
por esta sociedad tan deprimente
donde sólo se aprecia la peseta.
¡Coloquen bien la cinta, que se tense,
hasta que llegue el juez, que yo, entretanto,
redactaré el informe de este espanto
para unirlo al del médico forense!
(Nótese que el poema está escrito antes de la llegada del euro, y no se me pone en las narices cambiar la rima donde dice "peseta". El autor, o sea yo)
Otra genialidad de poema y van ....?
ResponderEliminarFantástica combinación de melancolía y humor tan bien apisonadas.
Respecto de la rima, ni se te ocurra, que es mas o menos como rimar "indio"
Un abrazo
¡Ya te digo! ¿A quién se le ocurre denominar euro a una moneda; o dólar; o piastra? Así no hay quien rime, ¡demonios! Con lo bien que rimaban peseta, marco, franco y lira. En fin, se hará lo que se pueda. Un abrazote.
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