El jefe de la tribu caníbal contempla desde su trono las actividades del poblado, fundamentalmente las que lleva a cabo el cocinero, que está guisando su especialidad: explorador a las finas hierbas.
De pronto, el cocinero agarra el cazo y descarga varios golpes furibundos sobre la cabeza del explorador.
Esto no gusta al jefe, que sigue observando con atención.
Al poco, el cocinero vuelve a golpear con el mismo cazo al explorador, que intenta esconderse dentro de la olla.
El jefe se dispone a intervenir, pero viendo que las aguas vuelven a su cauce sigue sentado, disfrutando de la tranquilidad matutina.
Pero una vez más el cocinero golpea sin piedad al explorador, utilizando la misma herramienta culinaria. El jefe se pone en pie y, seguido por sus escoltas lanza en mano, se acerca y dice:
- ¡Joder!, vale que hemos capturado al explorador en nuestra tierra sagrada; vale que es nuestro alimento preferido; vale que va a ser nuestro plato principal hoy, ¡pero no es necesario que le maltrates de esa forma, carajo...!
- ¡Pero si es que el cabrón se está comiendo todas las patatas...!
jajajajaja vaya temple, se lo van a comer y él saciando su hambre.
ResponderEliminarMuy bueno.
Besitos.
¡Ya te digo...! Se ve que le atraparon en mal momento. Tendrían que haberle cebado previamente.
ResponderEliminarUn abrazote, Liz
Jajajaja, fenomenal !!! Joe.
ResponderEliminarUn abrazo
Hay que reconocer que es de los buenos. Saludotes, Gus
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