Cuando la televisión emitía programas de cierta calidad (hace muchos años), había una serie de ciencia-ficción que me encantaba (siempre he sido un crío); era "Star Trek". Entre sus protagonistas, aunque todos lo hacían divinamente, mi preferido era el señor Spock. El señor Spock era vulcaniano, lo que en el Universo debe ser algo así como un británico en la Tierra, porque el tío se mostraba imperturbable y casi mudo ante cualquier situación, fuera divertida, protocolaria o peligrosa. Por ejemplo, las fuerzas enemigas atacaban a mogollón; las defensas cedían; el reactor de la nave estaba a punto de estallar y apenas quedaba oxígeno, y alguien informaba al señor Spock de estos detalles; entonces él, sin mover una ceja, exclamaba por todo comentario: "¡Fasinante...!" (Traducción: fascinante)
¿A qué viene esta historieta?, se preguntarán ustedes con toda la razón del mundo y parte del extranjero.
Viene a cuento de unas declaraciones que ha hecho hoy a la Prensa el portavoz de la Conferencia Episcopal Española, el jesuita y obispo don Juan Antonio Martínez Camino, en relación con la nueva Ley del Aborto, que está redactada y lista para ser sancionada por el rey don Juan Carlos, y que probablemente será promulgada a finales de este año. Como las jerarquías de la Iglesia Católica española amenazaron con la excomunión a los diputados (católicos, claro; a los otros les da lo mismo) que votaran a favor, hoy los periodistas han preguntado a su ilustrísima Martínez Camino si también será excomulgado el rey, lo que ha provocado una descomunal salida por la tangente de su eminencia, que ha venido a decir que el rey es un caso muy particular, y que su posición es completamente diferente a la de los parlamentarios que han dado origen al problema votando a favor, cuando podrían haberlo hecho en contra.
Yo estoy convencido de que el rey tiene bastante desarrollado el sentido del humor, y me imagino que, a pesar de lo complicado de la situación político-religiosa que se le presenta, en algún momento habrá comentado con su esposa algo parecido a esto:
- Sofía, estos señores de la Conferencia Episcopal son la leche...
Y tiene toda la razón del mundo. Pongamos un ejemplo (aunque las comparaciones sean odiosas): Han fusilado a trescientos prisioneros, participando en los hechos veinte soldados, un capitán, un coronel, un general y el presidente del Gobierno que firmó las sentencias. Que quede claro que todos ellos podrían haberse negado, pero habrían tenido que sufrir las consecuencias por rebelarse ante la orden de sus superiores. Se abre una investigación para depurar responsabilidades, y se condena a los soldados, al capitán, al coronel y al general, pero al presidente se le invita a una ración de mejillones en un chiringuito de la playa y se le renueva el mandato por treinta años.
Pues, según mi humilde criterio, eso es lo que ha venido a decir monseñor Martínez.
¡Fasinante...!
bueno, eso de que los ingleses son imperturbables... mira lo qe dice esta chica en su mas reciente comentario.
ResponderEliminarhttp://pelochalivingabroad.blogspot.com/2010/02/inglesadas-chapter-2.html
Hombre, claro que son imperturbables..., pero, precisamente, mientras están sobrios.
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