En este blog se permite fumar, aunque recomiendo no hacerlo en agradecimiento a una excelente homeópata a la que debo mucho. Se prohibirá terminantemente el día en que desaparezcan las armas atómicas, las centrales nucleares y sus residuos, la contaminación, la desertización y la pederastia. ¡Ah!, se me olvidaba, también se pueden dejar comentarios.

jueves, 18 de febrero de 2010

La vieja dama (alegoría)


La vi venir de frente

por la acera,

como escupida del fondo

de la noche

por duendes y quimeras.

La luz de una farola

me mostró

aquel rostro arrugado,

en el que ardían

dos ojos sobrehumanos.

Alta como el azor

en vuelo;

más que delgada, flaca;

canosa, mal vestida

y encorvada,

con paso vacilante llegó a mí,

y hundí mi corazón

en la negra profundidad

de aquellos ojos.

Arrastraba los pies

al caminar,

y encontró la baldosa

traicionera.

Como un gato salté,

impidiendo -¡seguro!- una grave

fractura de cadera.

- ¿Necesita mi ayuda?

- La tuya y la de todos.

- A su servicio quedo.

- Eso dijeron muchos,

igual pobres que ricos,

mas lo que soy

hicieron

con sus funestas obras…

y aquí estoy.

- Discúlpeme, señora,

la osadía,

pero en usted percibo

un aire familiar

y cierto parecido

con mi tía.

¿Puedo saber su nombre?

Me miró de hito en hito

y sonrió,

reiniciando su caminar

errante.

Escuché sus palabras

como roce de viento

en mis oídos;

cual murmullo del mar

en caracola

o caricia mortal,

siniestra y fría:

- Mi apellido, Española;

mi nombre, Economía.

4 comentarios:

  1. ayy me recordé de otra señora que conozco por estos lares, muy parecida a la que te encontraste =S
    ¿Habrá quién le devuelva estabilidad y no permita que siga cayendo?

    Me gustó mucho el poema, muy original.
    Un fuerte abrazo poeta.

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  2. Volverán a ser jóvenes, hermosas y deseables... y de nuevo, algún día, ancianas decrépitas y desdentadas. Mientras no cambie el Sistema... Saludotes, Liz.

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  3. Una maravilla Joe, escribir sobre un tema tan poco poético, tan poeticamente es para dejar sin palabras al más verborrágico. Me sorprendió el final, que redondea una genial composición.
    Mi admiración por tus letras no decae, va en ascenso, acompañando el mismo ascenso de tu talento.
    Un fuerte abrazo , amigo

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  4. Mientras me afeitaba se me ocurrieron los primeros versos y el final. Luego, durante tres días, fui madurando la parte central, hasta que salió esto. No estoy descontento; no. Gracias, Gus. Un abrazo.

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