¡Dios mío!, qué cosas tiene la vida. No gana uno para sustos, la verdad. Ahora que parece que empezamos a remontar la dichosa crisis, me llega una noticia que me parte el corazón: el presidente de la Generalitat valenciana, don Francisco Camps, ha declarado que sus bienes terrenos son la mitad de un piso por un valor catastral de 110.000 euros, un automóvil "Saab" del año 1.995, una cuenta propia con 905 euros, y otra compartida (suponemos que con su esposa) que arroja un saldo de 1.389 euros, a lo que hay que añadir un plan de pensiones (previsor, el hombre) de 8.309 euros.
Es que se me ha caído el alma a los pies. Llegar a la inevitable conclusión de que un humilde trabajador medio tonto como yo, ha conseguido en este perro mundo mucho más que un político, que ha puesto su vida entera al servicio del pueblo, me parte el corazón. La vida es cruel. ¡Y pensar que el señor Camps estuvo injustamente involucrado en el caso Gurtel...! ¡Y pensar que su pobre y trabajadora esposa se deja la vida diariamente en una humilde farmacia valenciana, mientras él se parte el alma en pro de las buenas gentes de su comunidad, de España entera, y aun del extranjero de fuera...!
Dios todopoderoso tenga piedad de sus almas, les bendiga y les dé la paz eterna.
Lo que más me jode son dos cosas (las de siempre): que se quedan con la pasta impunemente, y que encima nos toman por imbéciles. ¡Claro que no somos idiotas! El problema es que se protegen con las leyes que ellos mismos elaboran... y se saltan a la torera cuando les viene en gana.
¡A las barricadas...!
Algo huele a podrido en Dinamarca, y en España apesta...
Por lo menos tienen la decencia de intentar ocultarlo, en México lo hacen a la puta cara, no esconden el montón de millones que tienen ni como es posible que antes de ser gobernador de un estado (por poner un ejemplo) el tío vivía en una casa de 2millones de pesos (por poner otro ejemplo) y al salir del cargo tiene cuatro casas de 8 millones cada una, mas un piso en la mejor zona de Paris y un par de apartamentos, uno en Italia y otro en España
ResponderEliminarEs lamentable que a los trabajadores honrados se les pase la factura de una arbitrariedad que pareciera cada vez más inacabable. Desconozco al personaje en mención, pero conmueve su situación actual descrita por vos.
ResponderEliminarLa crisis en mi país pues no la he sentido tanto, como hemos estado en crisis siempre pues... ah pero eso si, nuestro presidente es el segundo mejor pagado de América ¿podés creer eso? una canallada total.
Otro asunto que también es cierto es que los políticos acomodan las leyes a su antojo para salvaguardarse en ellas.
Es patético nuestro conformismo ¿no?