¡Vaya la que se ha liado en Cee, un pueblo gallego situado en la famosa Costa da Morte...!
Hace algún tiempo falleció don Crisanto López, un industrial maderero de la zona, parece ser que muy popular tanto por sus negocios como por sus actividades amatorias. Se dice que su legado ronda los 12 millones de euros.
Cuando sus herederas -las tres hijas legítimas- se las prometían muy felices, surgió de las tinieblas del lluvioso clima de Galicia un competidor inesperado, el taxista Enrique Caamaño, que denunció ser también hijo del señor López, y reclamó, en consecuencia, su parte de la herencia.
Después de los correspondientes dimes y diretes, la Justicia ordenó una prueba de ADN al cadáver, con el fin de probar o rechazar la demanda de Caamaño, pero hete aquí que al descubrir la sepultura los encargados de llevar a cabo las pruebas pertinentes, comprobaron sorprendidos que el nicho estaba vacío. Supongo que el finado habrá sido declarado "en rebeldía" y se habrá ordenado su busca y captura, pero ésta es otra cuestión.
Recuerdo haber leído, hace muchos años, un trabajo sobre técnicas policiales, y en él se señalaba con claridad meridiana que para descubrir al autor de un crimen es fundamental establecer el móvil.
Más claro, agua.
¡Vamos, digo yo...!
Hace algún tiempo falleció don Crisanto López, un industrial maderero de la zona, parece ser que muy popular tanto por sus negocios como por sus actividades amatorias. Se dice que su legado ronda los 12 millones de euros.
Cuando sus herederas -las tres hijas legítimas- se las prometían muy felices, surgió de las tinieblas del lluvioso clima de Galicia un competidor inesperado, el taxista Enrique Caamaño, que denunció ser también hijo del señor López, y reclamó, en consecuencia, su parte de la herencia.
Después de los correspondientes dimes y diretes, la Justicia ordenó una prueba de ADN al cadáver, con el fin de probar o rechazar la demanda de Caamaño, pero hete aquí que al descubrir la sepultura los encargados de llevar a cabo las pruebas pertinentes, comprobaron sorprendidos que el nicho estaba vacío. Supongo que el finado habrá sido declarado "en rebeldía" y se habrá ordenado su busca y captura, pero ésta es otra cuestión.
Recuerdo haber leído, hace muchos años, un trabajo sobre técnicas policiales, y en él se señalaba con claridad meridiana que para descubrir al autor de un crimen es fundamental establecer el móvil.
Más claro, agua.
¡Vamos, digo yo...!
Celebro enormemente hacer llegado hasta aquí. Un abrazo. Volveré.
ResponderEliminarYo celebro aún más que hayas aparecido. Por aquí estaremos, D.M. Un abrazote.
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