Mañana celebramos los alaveses la festividad de San Prudencio, patrón de las Tierras de Álava desde el siglo XVII. Aunque no soy muy amigo de las fiestas populares, ésta me resulta particularmente entrañable por su mezcla de costumbrismo, medievalismo, implícita espiritualidad y diversión popular para niños y mayores.
La celebración comienza con el toque de retreta, que interpretan los clarineros y atabaleros de la Excelentísima Diputación Foral de Álava en los balcones de esta Institución, ante la muchedumbre congregada debajo. El toque se repite cada cuarto de hora, entre las 21 y las 22 h. del día 27, llamando al pueblo a participar en la fiesta de San Prudencio, que se celebra al día siguiente, 28 de Abril, y cuyo acto culminante es la romería popular que tiene lugar en torno a la basílica de San Prudencio de Armentia, pueblo donde nació el santo obispo y que está pegado a la ciudad. Es constante la afluencia de alaveses hasta las campas de Armentia durante todo el día; unos comen allí; otros pasean y degustan productos típicos; todos disfrutan del ambiente, de los deportes rurales y de la música (sobre todo si hace buen tiempo, porque San Prudencio tiene fama de "meón") El día termina con una gran verbena, para disfrute de los jóvenes y de quienes se sientan así, aunque sea por unas horas. El día de San Prudencio se acostumbra a comer un menú tradicional, compuesto por revuelto de "perretxikos" (una excelente y aromática seta de primavera), y caracoles a la alavesa (condimentados con una salsa que incorpora chorizo, jamón y "perretxikos", fundamentalmente, y a la que se añade picante al gusto de cada uno)
Jo, que ganas de comer una buena caracolada, en fin, algun año de estos
ResponderEliminarTodo llegará... Yo me pegaré un atracón de "perretxikos", pero después de San Prudencio, que bajan de precio (ahora andan por los 40 euros/kilo)Y supongo que tus viejos también llegarán a tiempo. Un abrazo
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