Qué duda cabe de que vivimos un tiempo en el que los eufemismos están sustituyendo, poco a poco, a los conceptos precisos y directos. Formamos parte de una sociedad en la que los pecados más graves se perdonan u obvian, según quién los cometa, y a veces hasta se aplauden (ver ciertas cadenas de TV), y, en cambio, determinadas expresiones se enmascaran para no herir sensibilidades pusilánimes. Cuando un personaje fallece, se dice que ha sido "como consecuencia de una grave enfermedad", por no mencionar el cáncer; se denomina "hacer el amor" a copular; la muerte ha sido sustituida por "pasar a mejor vida"; los antiguos gordos son ahora obesos mórbidos; los niños traviesos se han transformado en "hiperactivos", y los jefes de personal se denominan "Directores de Recursos Humanos"
Y aquí es adonde yo quería llegar.
Tengo un conocido, Ingeniero Técnico Industrial, en la rama de Mecánica para más señas, excelente persona, de buen ver y con notable experiencia laboral, que por mor de las actuales circunstancias está buscando trabajo. No desesperadamente (porque dispone de un "colchoncito" procedente de la Empresa que prescindió de sus servicios), pero sí con mucho interés puesto que, como todo el mundo, quiere asegurar un poquito el futuro de cara a formar y consolidar su propia familia. Pues bien, hace pocos días fue citado a una entrevista para optar a un puesto de trabajo. Supongo que fue atendido por el correspondiente "Director de Recursos Humanos" (o persona delegada) La Empresa en cuestión (cuyo nombre no citaré por respeto al templo, por higiene y porque no quiero acabar en los Tribunales) pertenece al sector alimentario. Cuál no sería su sorpresa cuando le informaron de que sus cometidos serían, por este orden, informar detalladamente sobre la actividad y el comportamiento de los trabajadores, hacerse cargo del control de calidad (degustando personalmente los productos terminados), y reparar las máquinas que se averiasen. Todo ello por 18.000 euros al año (no sé si brutos o netos) Como es lógico, mi amigo rechazó la "tentadora" oferta, fundamentalmente porque no se veía en el papel de catador, y mucho menos en el de soplón.
¿Veis lo que os decía al principio? Los putos eufemismos. Ahora, ciertas Empresas han cambiado la denominación "chivato" por la de Ingeniero Técnico Industrial. A este paso las putas formarán el Sindicato de Monitoras en Placeres Sexuales.
Y no me parecerá mal, ¡qué carajo!
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