Esto es la repanocha.
Siempre que el sistema capitalista tiene problemas se producen dos fenómenos simultáneos: pagamos el pato los de abajo y resurgen los apóstoles de las centrales nucleares.
Acabo de ver (parcialmente) a través de CNN España, una entrevista de Iñaki Gabilondo a Miguel Ángel Revilla, presidente de la comunidad autónoma de Cantabria.
El tema, por supuesto, la crisis económica y las medidas necesarias para una recuperación ágil y un próspero futuro.
Revilla ha citado a varios notables economistas de pro -cuyos nombres, como profano en la materia, me han sonado a música celestial- para reforzar el argumento de que deben mantenerse las inversiones en infraestructuras (carreteras, ferrocarriles, puertos y aeropuertos), ya que que no sólo generan una gran cantidad de puestos de trabajo, sino que, además, contribuyen eficazmente al moderno y completo desarrollo del resto de las actividades económicas.
Y estoy de acuerdo.
A continuación, ha entrado a saco con el famoso asunto de las fuentes de energía, indicando cómo la principal durante la revolución industrial fue el carbón, que dio origen a la máquina de vapor; en el siglo pasado fue el petróleo, con la aparición del automóvil y toda la industria auxiliar correspondiente, y en el presente siglo lo serán las renovables. Hasta aquí, correcto. Pero, ¡ay!, amigos, después de tan brillante exposición, el señor Revilla se ha jactado de que él personalmente, con otras mil personas, se encargó de cerrar la central nuclear de San Vicente de la Barquera (?), para añadir que con el paso del tiempo ha reconsiderado su posición, y ahora no sólo ve el establecimiento de nuevas centrales nucleares como una alternativa, sino como una verdadera necesidad. Y así se lo ha comentado al presidente del Gobierno, don José Luis Rodríguez Zapatero. "Pero mira, José Luis, si Obama ha autorizado veinte nuevas centrales en Estados Unidos, y Francia va a construir cuatro o cinco en el sur del país, con el consiguiente riesgo para el norte de España en caso de escapes radiactivos, ¿por qué no vamos a hacer nosotros lo propio..." Dice que Zapatero se le quedó mirando en silencio, pero que está seguro de que le comprendió. Según don Miguel Ángel Revilla, las centrales nucleares producen energía limpia, no contaminan en absoluto y, gracias a las modernas tecnologías, son absolutamente seguras.
O sea, después de mencionar las renovables como fuentes energéticas del siglo XXI, volvemos a marear la perdiz, a remover la mierda, de las nucleares.
La energía nuclear sólo tiene dos problemas:
a) Chernobyl
b) ¿Qué cojones harán las generaciones venideras -hasta dentro de más de 10.000 años- con los residuos radiactivos que vamos a depositar bajo sus pies?
Una vez que se solucionen estos dos "pequeños" inconvenientes, estoy con usted, señor Revilla.
Huelga decir que me he puesto de tan mala leche que he apagado el televisor.
las generaciones venideras que se jodan, si hace 10mil años ni siquiera existía cantabria, tu crees que en otros 10mil años vayan a saber quien fué el capullo que promovió que se entierren esos barriles llenos de mierda debajo el campo de fútbol que están reconstruyendo???
ResponderEliminarOye, pues tienes razón, Santi; no se me había ocurrido. Pues, ¡hala!, que construyan todas las que quieran. Sugiero como mejores zonas el Paseo de la Castellana, el Congreso, el Palacio de la Moncloa y La Moraleja. Un abrazote.
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