No sé si estar de acuerdo con la histórica afirmación del ultraconservador Joseph de Maistre, o no. Las duda me corroe...
Los españoles soportamos durante 40 años la dictadura franquista; los cubanos están abonados al programa Castro desde hace algún tiempo; los tunecinos acaban de salir (parece) de su particular túnel del tiempo; pasadas y presentes dictaduras sangrientas en Chile, Argentina, URSS, Corea del Norte, China, y tantos y tantos países de este bendito y jodido planeta. ¿Merecían -o merecen- los habitantes de esas naciones tales Gobiernos? Hombre, los seguidores de las enseñanzas esotéricas suelen decir que "nada pasa por casualidad", y que "para que algo cambie hay que hacer algo". Desde ese punto de vista, todos los ciudadanos tenemos parte de responsabilidad en los desmanes que cualquier Gobierno provoque.
Cierto es que estamos solos; que no tenemos organización alguna que pueda defendernos y protegernos contra el Sistema. Nuestros males nacen de nuestra propia incosciencia; de nuestra cómoda y sedentaria insolidaridad. Por eso pasa lo que pasa...
Hace algún tiempo me contaron un chiste de gallegos (de Galicia). En España somos muy dados a hacer chistes unos de otros: de bilbaínos, de guipuzcoanos, de catalanes, de gallegos, de leperos, y así hasta completar toda la geografía nacional. Pues bien, iban doscientos gallegos por un bosque, de noche, cuando fueron asaltados por dos ladrones, que les robaron todo lo que tenían. Algún tiempo después llegaron hasta el cuartel de la Guardia Civil, y se apresuraron a denunciar el hecho. El sargento que les atendió no salía de su asombro:
- Pero, ¿cómo es posible que dos ladrones hayan robado a doscientos hombres?
- Es que estábamos solos, mi sargento...
Pues eso es lo que nos sucede a los humildes ciudadanos de a pie; que no hacemos nada porque estamos solos.
Por estos andurriales andan Gobierno, sindicatos y patrones organizándonos el futuro de acuerdo con sus convicciones e intereses. Todos defienden el orden, la democracia y el bien común, que, como siempre he dicho, es más común para unos pocos que para el resto. Las pensiones se congelan; los precios suben y los salarios se reducen para favorecer el empleo (Nissan Barcelona); a los funcionarios se les baja el sueldo, pero los políticos siguen cobrando cantidades de vergüenza; se sube el IVA, pero no se mete mano a los que más tienen, exhiben y derrochan. Y ahora, para más inri, el presidente Zapatero ofrece mantener abierta la central nuclear de Santa María de Garoña (que debía ser cerrada en 2013) hasta no se sabe cuando, para favorecer el acuerdo con patronal, sindicatos y Partido Popular sobre el aumento de la edad de jubilación hasta los 67 años. La central está situada a 30 kilómetros de mi pueblo, que luce en sus accesos unos hermosos letreros en los que se puede leer "Vitoria-Gasteiz, ciudad no nuclear", ¡ji!, ¡ji!, ¡ji! El día que Garoña se convierta en el Chernobyl español, no quedan en Vitoria ni las ratas... Nunca me cansaré de repetirlo: si estáis seguros de que las centrales nucleares son inocuas, seguras y eficientes, montadlas en La Moraleja o junto al Palacio de la Moncloa, y los residuos podéis guardarlos en vuestras cajas fuertes.
¿Cada nación tiene el Gobierno que merece?
Pues va a ser que sí, ¿eh?
Así que ojito con las papeletas en las próximas elecciones.
Justo ahora leía un articulo interesante al respecto. La negociación se tensa por vincular las pensiones con el futuro nuclear
ResponderEliminarSeré breve.
ResponderEliminarSon dos cosas distintas CANDIDATO y ELEGIDO.
La figura de todo candidato está adornada con miles de promesas.
La figura de casi todos los elegidos esta atada a miles de compromisos, que le permiten ganar las elecciones y que luego no le permiten cumplir con con todas las promesas que llevaban de adorno. Hay excepciones, pero son las que confirman la regla. Los pueblos, unas vez descubierta la trampa, deben rectificar y el camino y poner las cosas en su lugar.
Por hoy no te monto un follón, ¡je! ¡je!
Abrazote
Al final, nos van a volver locos; puede que esa sea la técnica para que traguemos sin pestañear todas las decisiones gubernamentales. Un saludo.
ResponderEliminarNo hay lugar para el follón, Gus; estamos totalmente de acuerdo. Lo único que se me ocurre -por añadir un matiz- es que para cuando los pueblos rectifican, los desmanes, por lo general, ya están hechos y asentados. Yo siempre he mantenido que la democracia es el sistema de gobierno "menos malo"; lo ideal sería una "dictadura perfecta", pero para llevarla a cabo habría que ser Dios, lo que no parece muy viable aunque algunos lo hayan intentado, sin mucho éxito, por otra parte ¡je!, ¡je!
ResponderEliminarEs cierto que dejan entuertos dificiles de desanudar, pero hay dos posibilidades, una la de Alejandro Magno, ante el nudo gordiano en Anatolia, al que desató con un golpe de su espada y la otra más lenta, pero también eficaz, asociada a los versos de Santa Teresa de Avila, con los que mi padre siempre me reconfortaba: "Nada te turbe, nada te espante todo se pasa,
ResponderEliminarDios no se muda, la paciencia todo lo alcanza..."
A pesar de mis casi 54 años, siempre estoy más cerca de pedirle la espada prestada a Alejandro.
En México hay una frase popular que dice:
ResponderEliminarPrometer hasta meter, y una vez metido, TENGA lo prometido.
Mira Gus, creo que el Mexiñol -y con esto os respondo a los dos- ha dado con el quid de la cuestión. La leyenda del escudo de Vitoria dice "Haec est victoria quae vincit", pero no me parecería mal sustituirla por "Prometer hasta meter, y una vez metido tenga lo prometido" Sería adecuarnos a los tiempos modernos, y a la Historia en general. Un abrazote a ambos.
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