Aquí, en España, continúan las negociaciones entre Gobierno, sindicatos y patronos, para hipotecar nuestras vidas hasta los 67 años, so pretexto de mantener y potenciar el "estado del bienestar"; en realidad, lo que ocurrirá es que menos gente llegará a jubilarse (porque morirán antes), cobrarán menos (porque en vez de comenzar a trabajar a los 15 años, ahora se empieza a los 35, si hay suerte), y estarán poco tiempo de jubilados, porque, como ha quedado dicho, cascarán echando leches. O sea, que de lo que se trata, evidentemente, es de ahorrar dinero sacándolo de donde siempre: de los que menos tienen. Pero lo cojonudo es que nadie dice nada. En Francia se montaron unos cristos del copón porque el Gobierno pretendía elevar la edad de jubilación hasta los ¡¡¡62 años!!!; aquí -y en otros países- quieren ponerla en 67, y nadie dice esta boca es mía. Sugiero que la edad de jubilación quede establecida en los 85 años, y así todo solucionado.
Menos mal que contamos con la ayuda inestimable de nuestros socios comunitarios. Sin ir más lejos, la señora Ángela Merkel nos visitará (bueno, a mí no; al Gobierno) el próximo 3 de Febrero, y, entre otras cosas, revisará con don José Luis Rodríguez Zapatero la puesta en marcha de las medidas económicas que nos harán salir de la crisis (?), y ofertará puestos de trabajo en Alemania para jóvenes españoles; para jóvenes españoles perfectamente cualificados, eso sí, de los que dominan los campos de la medicina, ingeniería, arquitectura e informática. Albañiles, agricultores, ganaderos y parados mayores de 50 años parece que no quiere.
Hoy escuchaba a un "tertuliano", en no sé qué cadena de TV -todas son igual de mierdas-, y el buen hombre venía a decir que es normal que en tiempos de globalización los jóvenes tengan que ir a buscarse la vida a otros países. ¡Manda cojones...! Lo que lucharon los viejos sindicalistas para evitar, precisamente, los desplazamientos laborales, las desubicaciones, y ahora salimos con éstas... Lo cojonudo sería que cada uno pudiera trabajar a dos metros de su casa; que tenga que hacerlo a 2.000 kilómetros no es ni bueno ni normal, sino una cabronada como la copa de un pino, con la que hay que apechugar porque los "señores del sistema" así lo han decidido.
Menos mal que el paro en España toca a su fin. Acaba de desembarcar en nuestro país (después de los restaurantes, los bazares y las peluquerías) el ICBC, o sea el Industrial and Commercial Bank of China, el Banco más grande del mundo. Yo siempre defendí la idea de que la única forma de que España fuera GRANDE (ya que lo de UNA y LIBRE parece imposible), es que se convirtiera en el quincuagésimo primer estado de la Unión, pero no va a ser necesario: seremos la parte más occidental de la República Popular China. Nuestros cuatro millones de parados tienen la vida solucionada. Tendrán que "desubicarse" hasta Pekín, y ganarán 15o euros al mes, pero, a cambio, podrán disfrutar de un trabajo seguro hasta los 67 años.
¡De puta madre...!
Míralo por el lado bueno, ahora en los artículos del todo a cien pondrán los instructivos en español gracias a esos parados trasladados a Pekín
ResponderEliminarTienes razón, Mexiñol; no hay mal que por bien no venga.
ResponderEliminarpara que cabrearse si cuatro no solucionamos nada
ResponderEliminarlos españoles perdieron los huevos ace tiempo
y eso lo saben los socialistas por mas que proiban y nos joden nadie se mueve aver como conseguimos mobilizar a la gente si los sindicatos son unos vendidos con nuestro dinero
Tú tranquilo, Anónimo; no se ganó Zamora en una hora. No sé si esta situación durará 10, 50 o 3000 años más, pero una "civilización" que funciona como la nuestra no puede prosperar. El problema es que unos van a lucrarse directamente, y otros piensan que están haciendo lo mejor cuando la están jodiendo. El primer paso es que cada persona tome conciencia de que esto, así, no va a ninguna parte.
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