El tiempo es como un rompehielos: le cuesta abrirse camino, pero poco a poco, empujando por allí y por aquí, consigue por fin abrir un estrecho sendero, a través del cual se llega dificultosamente a la verdad.
Parece ser que, efectivamente, España no entregó el rescate a los piratas del "Alakrana"; lo hizo la tripulación de un avión P-3 Orión, que lanzó la pasta sobre un punto prefijado, desde 200 metros de altitud, procedimiento utilizado también -por lo visto- en el caso del "Playa de Bakio". Yo sigo pensando que lo malo es que nos toman por idiotas, y lo peor... que normalmente lo somos.
Parece ser que, efectivamente, España no entregó el rescate a los piratas del "Alakrana"; lo hizo la tripulación de un avión P-3 Orión, que lanzó la pasta sobre un punto prefijado, desde 200 metros de altitud, procedimiento utilizado también -por lo visto- en el caso del "Playa de Bakio". Yo sigo pensando que lo malo es que nos toman por idiotas, y lo peor... que normalmente lo somos.
Que buena historia para una novela, lástima que no tenga condiciones para el rubro, pero es el sueño de mi vida, escribrir una novela.
ResponderEliminarTengo algún cuento escrito, que si alguna vez lo encuentro te lo enviaré.
Un abrazo
Bueno, es un tema como cualquier otro. Acuérdate de aquello de que "cualquier cosa que la mente pueda imaginar, la realidad lo superará", o algo así. Te coges el barco, urdes una historia de amor entre uno de los tripulantes y el jefe de los piratas, metes en juego a la secretaria personal del señor Obama, pones unos cuantos tiburones y quince o veinte explosiones, y ya está la novela hecha. Y a por el Nobel... De nada. Un abrazote.
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