La información completa podéis verla aquí. Por lo visto, data de Junio del pasado año, pero lo chungo no es que el radar indicara esa velocidad (que lo dudo), ni que el agente correspondiente se equivocara al redactar el parte, ni que el administrativo de turno no prestara atención a tan sorprendente reporte. ¡Lo chungo es que la señora de Vigo recibió la multa, y estaba preparando un recurso para anularla! Pero, ¡Dios de los Cielos!, ¿cómo es posible tal cúmulo de gilipolleces en tan poco espacio de tiempo? ¿Es que no hay nadie capaz de razonar; de mandar a tomar por el saco los intríngulis legales por una vez, en aras del decoro y del raciocinio, para darle un teclazo al ordenador y mandar el ridículo asunto al carajo? Pues parece que no. La conductora iba a presentar su recurso, y la maquinaria de la Ley seguía su marcha. No sé cómo terminaría la movida, pero cualquiera que nos vea desde el espacio exterior se tiene que tronchar de risa.
viernes, 13 de noviembre de 2009
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