El "Alakrana", las familias, la ministra de Defensa, el ajedrez y yo.

El atunero vasco "Alakrana" permanece en poder de piratas somalíes desde hace varias semanas, celosamente vigilado por la fragata "Canarias", las fuerzas aliadas y el copón bendito. Un par de piratas, capturados por soldados españoles, descansan temporalmente de sus lucrativas actividades en nuestro suelo patrio, a la espera de acontecimientos. Tres tripulantes del "Alakrana" han sido llevados a tierra por sus secuestradores, sin que se conozca su ubicación ni su destino definitivo. Los piratas han obligado a algunos de los cautivos a realizar varias llamadas telefónicas, con el único y exclusivo fin de generar pánico entre sus familiares, y, por ende, de aumentar la presión contra el Gobierno. Los familiares han reaccionado consecuentemente, han puesto el grito en el cielo, y han exigido a las autoridades "la inmediata liberación de todos los retenidos". La oposición ha dicho, como siempre, que el Gobierno no está actuando con la debida diligencia. La vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega, y la ministra de Defensa, Carme Chacón, han enviado sendos mensajes de tranquilidad a todo el mundo, asegurando que el Gobierno está considerando todas las posibilidades, que ha habido secuestros más largos, que hay en la actualidad no sé cuántos barcos retenidos por los piratas, que todo marcha bien, y que la solución del problema es cuestión de tiempo.
Yo no soy experto en nada, pero, como siempre digo, tampoco son ningún imbécil. El secuestro del "Alakrana" es una jodida partida de ajedrez. Por no actuar correctamente -no sé si por falta de medios, por negligencia, o por incompetencia-, los piratas nos dieron "jaque". Movimos ficha al detener a sus dos colegas, pero me temo que cambiamos alfil por torre. La partida estaría bastante igualada, de todas formas, si no fuera porque ellos llevan ventaja posicional y seguimos en "jaque". Y, se mire como se mire, sólo hay dos finales posibles: pagamos como bellacos (con liberación o no de los dos detenidos en cárceles españolas), o la fragata "Canarias" aborda el "Alakrana", se arma la de Dios es Cristo, hay no sé cuántos muertos y el Gobierno pierde las próximas elecciones. Yo me inclino decididamente por la primera opción. El "jaque mate" es inminente, y -me temo- la partida está perdida. A ver si aprendemos para las siguientes.