Teléfono: ¡Riiing..., riiing..., riiing...!
- Dígame...
- ¿Está el señor Apalategui...?
- Es posible, sí; aunque también pudiera ser que no.
- ¿Ha salido?
- No lo creo.
- Entonces, ¿está ahí, o no?
- Ahora mismo, no sabría qué decirle.
- ¿Puede darle un recado cuando llegue?
- Lo veo muy difícil.
- Pero, ¿llegará hoy?
- No estoy en situación de asegurarlo.
- ¿Para cuándo le esperan ustedes?
-Podría llegar en los próximos minutos, o dentro de cuarenta años.
-Pero, vamos a ver: ¿es ése el domicilio del señor Apalategui?
- No. Esto es el cementerio.
Esto si que me ha dado mucha gracia, de verdad me has hcho reir cunado no lo esperaba, a la vez que ya tengo con que lucirme con los todos los gandules y gamberros (como uds dicen) que tengo por amigos
ResponderEliminarUn abrazo Joe
Es un chiste bastante viejo por estos lares (al menos lo conozco desde hace muchos años) El otro día, no sé cómo, lo recordé y me decidí a colgarlo. Celebro que te sirva con la cuadrilla de amiguetes. Un abrazo.
ResponderEliminarNo pues, de que llegará Apalategui, llegará...
ResponderEliminarMe he reído con tu ocurrencia, José, me agrada la gente con sentido del humor.
Con tu perdón, pasé por tu blog a echar una miradita.
Un abrazo.
Hada... shhh =)
En absoluto tengo que perdonarte por pasar por mi blog. Es más, encantado de que pases. Para eso está. Así que hasta cuando quieras,Liz. Un abrazote.
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