En este blog se permite fumar, aunque recomiendo no hacerlo en agradecimiento a una excelente homeópata a la que debo mucho. Se prohibirá terminantemente el día en que desaparezcan las armas atómicas, las centrales nucleares y sus residuos, la contaminación, la desertización y la pederastia. ¡Ah!, se me olvidaba, también se pueden dejar comentarios.

martes, 26 de enero de 2010

Llamada equivocada

Teléfono: ¡Riiing..., riiing..., riiing...!
- Dígame...
- ¿Está el señor Apalategui...?
- Es posible, sí; aunque también pudiera ser que no.
- ¿Ha salido?
- No lo creo.
- Entonces, ¿está ahí, o no?
- Ahora mismo, no sabría qué decirle.
- ¿Puede darle un recado cuando llegue?
- Lo veo muy difícil.
- Pero, ¿llegará hoy?
- No estoy en situación de asegurarlo.
- ¿Para cuándo le esperan ustedes?
-Podría llegar en los próximos minutos, o dentro de cuarenta años.
-Pero, vamos a ver: ¿es ése el domicilio del señor Apalategui?
- No. Esto es el cementerio.

4 comentarios:

  1. Esto si que me ha dado mucha gracia, de verdad me has hcho reir cunado no lo esperaba, a la vez que ya tengo con que lucirme con los todos los gandules y gamberros (como uds dicen) que tengo por amigos
    Un abrazo Joe

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  2. Es un chiste bastante viejo por estos lares (al menos lo conozco desde hace muchos años) El otro día, no sé cómo, lo recordé y me decidí a colgarlo. Celebro que te sirva con la cuadrilla de amiguetes. Un abrazo.

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  3. No pues, de que llegará Apalategui, llegará...
    Me he reído con tu ocurrencia, José, me agrada la gente con sentido del humor.

    Con tu perdón, pasé por tu blog a echar una miradita.

    Un abrazo.
    Hada... shhh =)

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  4. En absoluto tengo que perdonarte por pasar por mi blog. Es más, encantado de que pases. Para eso está. Así que hasta cuando quieras,Liz. Un abrazote.

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