Hoy nos hemos despertado con la terrible noticia del terremoto en Haití. No nos queda sino contemplar impotentes las imágenes que se nos ofrezcan, y ayudar en lo que podamos.
Por casualidad -y la casualidad no existe- he recibido un correo electrónico muy interesante y tremendamente ilustrativo.
Siempre habíamos oído que los perros perciben los movimientos sísmicos mucho antes que las personas, pero yo personalmente no lo había comprobado hasta hoy, cuando he visto este vídeo. Se me ocurre que, además de gastar lo que haga falta en estudios científicos, seguimientos estadísticos y sismógrafos, los perros podrían convertirse en auténticos detectores domésticos de terremotos, en aquellas zonas del mundo más proclives a este tipo de fenómenos. Además, tienen todas las ventajas: no cobran, no necesitan electricidad y están en perfecto funcionamiento las veinticuatro horas del día. Autoridades del mundo, pongan un perro en cada vivienda lo antes posible, y puede que se salven muchas vidas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario