Servidora reconoce que no tiene pajolera idea sobre legalidad. Ahora, sobre justicia, después de muchos años vividos en este planeta de mis amores, servidora tiene una idea muy clara. Justicia es lo que practicaba el rey Salomón; legalidad es la aplicación de una serie indefinida de textos para analizar un delito y dictar una sentencia, que muchas veces nada tiene que ver con la justicia. Dicho esto, examinemos brevemente el momento actual del juicio contra Radovan Karadzic, detenido por los servicios secretos serbios en Julio de 2.008, después de un año de búsqueda desesperada. Pero veamos antes los motivos de tal detención:
Karadzic, de 63 años, está inculpado por el TPIY de genocidio en Srebrenica, en la que fueron asesinados más de 7.000 musulmanes, y graves crímenes de guerra cometidos durante el asedio de Sarajevo, que duró 43 meses y que provocó más de 10.000 muertos.
O sea, el señor Karadzic no es un robagallinas del tres al cuarto. Un raterillo de pan y melón me robó del coche, hace algunos años, un destornillador, unas gafas de sol de cuando mi abuelo, un cortauñas y alguna mierda más. Pues, aparte de que yo tuve que dar un montón de vueltas por juzgados y comisarías pese a no haber denunciado el hecho (irrisorio, por otra parte), al poco tiempo tuvimos que comparecer ante el señor juez todos los implicados, es decir, el ladrón, yo mismo y los dos policías que realizaron la detención. Fuimos citados a las 11,15 de la mañana, y la vista comenzó a las 12,40, pero ésa es otra cuestión. Lo cierto es que el amigo de lo ajeno fue juzgado y condenado a un mes de arresto menor (creo recordar), o al pago de la multa correspondiente. Se declaró insolvente, y salió de los Juzgados delante de mí.
Pues bien, el señor Karadzic ha decidido que no está en condiciones de presentarse ante el tribunal de La Haya, y no se presentó (?) ayer lunes, día 26. Los jueces esperaron amablemente durante media hora, y se retiraron tras inclinarse ceremoniosamente ante la concurrencia (yo lo vi) Hoy, martes, el señor Karadzic tampoco se ha presentado (?) ante el tribunal. Sus abogados aducen que necesita más tiempo para preparar su defensa (supongo que las víctimas de Srebrenica tuvieron menos para preparar las suyas) Me pregunto dónde estará alojado este buen hombre. ¿Creen ustedes que le tendrán encerrado en una celda con barrotes, camastro y a pan y agua? Me da como que no. No me extrañaría nada que estuviera (bajo vigilancia discreta, eso sí) como huésped de honor en algún hotel de cinco estrellas. Pero, a lo que vamos: ¿cómo es posible que un acusado de genocidio, en poder de las autoridades correspondientes, no comparezca en su propio juicio? Yo, la verdad, no lo entiendo. ¿Imaginan ustedes lo que habría ocurrido, si los acusados en el juicio de Nüremberg hubieran hecho lo mismo? Todavía estarían redactando sus alegatos. ¡Madre mía, lo que hay que ver...!
Karadzic, de 63 años, está inculpado por el TPIY de genocidio en Srebrenica, en la que fueron asesinados más de 7.000 musulmanes, y graves crímenes de guerra cometidos durante el asedio de Sarajevo, que duró 43 meses y que provocó más de 10.000 muertos.
O sea, el señor Karadzic no es un robagallinas del tres al cuarto. Un raterillo de pan y melón me robó del coche, hace algunos años, un destornillador, unas gafas de sol de cuando mi abuelo, un cortauñas y alguna mierda más. Pues, aparte de que yo tuve que dar un montón de vueltas por juzgados y comisarías pese a no haber denunciado el hecho (irrisorio, por otra parte), al poco tiempo tuvimos que comparecer ante el señor juez todos los implicados, es decir, el ladrón, yo mismo y los dos policías que realizaron la detención. Fuimos citados a las 11,15 de la mañana, y la vista comenzó a las 12,40, pero ésa es otra cuestión. Lo cierto es que el amigo de lo ajeno fue juzgado y condenado a un mes de arresto menor (creo recordar), o al pago de la multa correspondiente. Se declaró insolvente, y salió de los Juzgados delante de mí.
Pues bien, el señor Karadzic ha decidido que no está en condiciones de presentarse ante el tribunal de La Haya, y no se presentó (?) ayer lunes, día 26. Los jueces esperaron amablemente durante media hora, y se retiraron tras inclinarse ceremoniosamente ante la concurrencia (yo lo vi) Hoy, martes, el señor Karadzic tampoco se ha presentado (?) ante el tribunal. Sus abogados aducen que necesita más tiempo para preparar su defensa (supongo que las víctimas de Srebrenica tuvieron menos para preparar las suyas) Me pregunto dónde estará alojado este buen hombre. ¿Creen ustedes que le tendrán encerrado en una celda con barrotes, camastro y a pan y agua? Me da como que no. No me extrañaría nada que estuviera (bajo vigilancia discreta, eso sí) como huésped de honor en algún hotel de cinco estrellas. Pero, a lo que vamos: ¿cómo es posible que un acusado de genocidio, en poder de las autoridades correspondientes, no comparezca en su propio juicio? Yo, la verdad, no lo entiendo. ¿Imaginan ustedes lo que habría ocurrido, si los acusados en el juicio de Nüremberg hubieran hecho lo mismo? Todavía estarían redactando sus alegatos. ¡Madre mía, lo que hay que ver...!
UUUffff !!!! estos temas, que hondo me llegan.
ResponderEliminarQue le pasa a este mundo?
Aquí en Argentina, tuvimos una de las dictaduras mas genocidas del mundo y luego de que con mucho esfuerzo se los juzgó y declaró culpables, ahora gracias al señor Menem que los indultó y en beneficio de su elevada edad, andan lo mas "panchos" con arrestos domiciliarios , en lujosas quintas de las mejores zonas residenciales y tampóco se habían robado una cuchara, se cargaron al menos 30.000 personas que fué lo que reconoció la CONADEP en su momento, sumado a todas las violaciones flagrantes a los derechos humanos (torturas, apropiación de personas, de inmuebles, etc,etc)
Disculpa que derivé el tema, es que a un argentino estas cosas le resultan naturales, desgraciadamente, lo malo es comprobar que tambien sucede en lugares donde uno daba por sentado el buen criterio y el respeto por los derechos.
Un abrazo , Joe
Mira, en dictadura, ellos se lo guisan, ellos se lo comen. Y en democracia, al revés. Un abrazo.
ResponderEliminar