«Soy el mayor perseguido de toda la historia del mundo», declaró Berlusconi, en su nueva autoproclamación de gran mártir de la humanidad. Lo hizo en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros para presentarse como una víctima de la Justicia y de los magistrados «rojos», después de que el miércoles el Tribunal Constitucional invalidara la ley que le concedía inmunidad legal.
Según el magnate de la comunicación, los 106 sumarios que a su decir los jueces han abierto contra él a lo largo de los años y los dos que aún tiene por delante responden a un complot para desprestigiarle. «Me han abierto todas esas causas porque soy el primer ministro y represento un dique para la izquierda italiana», señaló. «Soy, con diferencia, el mayor perseguido por la magistratura de toda la historia y de todas las épocas del mundo, dado que siempre he sido absuelto y que en dos casos los delitos habían prescrito». Su verborrea sufrió un 'lapsus linguae' cuando afirmó que llevaba gastados 200 millones de euros en jueces, «digo en abogados», corrigió rápidamente.
A mí, personalmente, el señor presidente de Italia me caía simpático. Pero, claro, también me caían simpáticos Charlie Rivel y los Hermanos Tonetti, que hacían el payaso, pero sólo eso. Este buen hombre, este "caballero", se ha gastado 200 MILLONES DE EUROS en abogados. ¡¡¡200 MILLONES DE EUROS!!! Más de lo que gano yo en seis meses... 1.200 millones de personas pasan hambre en el mundo, y ahora lo comprendo: el dinero que necesitan para poder llenar sus estómagos, se está empleando en pagar abogados, que defenderán los intereses de los culpables de tales hambrunas, para que puedan seguir atesorando lo que corresponde a todos, y manteniendo el hambre en el mundo durante siglos y siglos. Es el orden perfecto: ande yo caliente, y que te den, y aquí paz y después gloria, y si te he visto no me acuerdo. Lo cierto es que hace mucho tiempo que no creo en la justicia humana, pero, a veces, hasta dudo de la divina.
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